.8.

673 47 2
                                    

Sus ojos no pudieron evitar dirigirse a la hermosa mujer sentada frente a él. Sus rasgos aún eran juveniles debido a su corta edad, a pesar de que ya estaba casada. Sus bonitos ojos turquesa brillaban al ver los deliciosos postres frente a ella y sus mejillas estaban llenas.

—Bastien, sucede algo?—Lorena notó la mirada del hombre sobre ella.
—No tienes curiosidad por tu familia? Ni siquiera me has preguntado al respecto—en realidad el comportamiento de Rosemary era demasiado sospechoso.

Lorena casi se atraganta con la comida debido a la pregunta repentina. Lamentó no ser capaz de actuar como la protagonista femenina pero tampoco le importaba mucho.

—Sé que mis padres son el ex Duque Francis y Leonora Evergreen, del Ducado Greenville. Además tengo un hermano mayor, Reinhart quien actualmente es el Duque—dijo con indiferencia mientras bebía el jugo de piña.
—Pensé que querrías conocerlos de inmediato—habló él con la intención de conocer sus pensamientos al respecto.

Lorena se encogió de hombros restando importancia al asunto. Cortó con el cuchillo una porción pequeña del pastel y se lo llevó a la boca. El sabor dulce estalló en su lengua.

—Debería extenderle mis felicitaciones al chef por sus habilidades—Bastien solo la observó como si fuese un enigma que deseaba resolver.
—No los recuerdo, Bastien. No les debo importar mucho ya que ni siquiera han enviado una carta para preguntar por mi salud. Supongo que nuestra relación no es cercana—dijo ella al ver que todavía sospechaba.

Bastien encontró su excusa bastante pausible, a pesar de que él era la razón por la que su mujer no recibía las cartas o visitas de su familia porque prohibió el contacto. Se sintió un poco culpable sin saber que fue manipulado por ella.
Lorena conocía que fue él quien interceptó los mensajes y lo usó a su favor.

"Hasta ahora he podido engañar a Bastien pero no creo que sea capaz de hacerlo con los Evergreen" ese fue el pensamiento astuto de Lorena.
Quien diría que la obsesión de Bastien resultaría favorable para ella.

—Tienes razón, querida—Lorena se sorprendió por su capacidad de mentir sin siquiera parpadear.

"Definitivamente estoy loca si pienso que eso es sexy" pensó ella mientras suspiraba resignada.

—En serio quieres ir conmigo a Thalassa?—preguntó Bastien todavía sin poder creerlo del todo.
—Claro. De hecho pensé que sería increíble quedarnos en la propiedad por un tiempo a menos que tengamos asuntos en la capital. Estoy ansiosa por conocer nuestro hogar—respondió ella emocionada por viajar.

Bastien vio que su deseo era sincero y se sorprendió por ello. Al principio cuando le habló a su mujer de marcharse a la propiedad privada de su familia, esta se negó de manera rotunda. Eso alargó su estancia en la capital hasta ahora.

—Quiero conocer el lugar donde creciste—dijo con una gran sonrisa en el rostro mientras lo miraba.

Bastien se vio atrapado por sus despejados ojos turquesa que le recordaban a las aguas del mar de su tierra.
Bastien no se atrevió a corregirla, después de todo él creció dentro de los muros altos y crueles del Palacio Imperial. Su infancia no estaba descrita en el libro por lo que Lorena desconocía tal hecho.

—Si, te encantara Thalassa, el lugar donde crecí—mintió mientras sonreía con dulzura haciendo que el corazón de Lorena revoloteara.
—No puedo esperar a que me muestres todo el lugar. Seguro será grandioso—su emoción no era falsa. Realmente estaba emocionada por conocer la tierra natal de Bastien.

Al ver su apariencia tan entusiasmada no pudo evitar divertirse y estar de buen humor. Parecía una niña pequeña que le acababan de dar un gran regalo.

Las espinas de una Rosa.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora