⏤͟͟͞͞☆ 𝑬𝒍 𝑯𝒊𝒍𝒐 𝑅𝑜𝑗𝑜 ~ (Nathaniel Kurtzberg y tú) (MLB x Sailor Moon)

IV

Al escuchar aquella voz la rubia se separó del chico algo sonrojada.

──H-Hola chicos. ─ saludó la rubia.

──¡Se veían tan tiernos! ─ dijo cierta rubia de ojos azules.

──¡R-Rosita! ─ dijo la oji-negra.

──Jiji, lo siento. ─ respondió Rosé.

──Nath, debo hablar contigo. ─ dijo la peli-rosa.

──U-Uh, b-bueno ... ─ dijo el peli-rojo mientras salía del aula junto con Alix.

──Wuuuuu, ¡ya estás avanzando! ─ dijo Alya.

──¡A-Alya! ─ dijo la chica.

──¡Yo sabía que el amor a primera vista sí existía! ─ dijo alegre Rosita.

Con Alix y Nathaniel

──Dime, te está gustando la chinita, ¿verdad? ─ preguntó la peli-rosa con una sonrisa pícara.

──¿Q-Qué? ¡N-No! ─ respondió el chico.

──Vamos Nath, soy tu mejor amiga. ─ insistió Alix.

──Después de lo que pasó con Marinette ... ¡Y-Ya no me quiero volver a enamorar! ─ dijo el oji-turquesa mientras desviaba la mirada.

──Pero si ya te enamoraste de ____. ─ siguió la peli-rosa.

──¡N-No me enamoré de _____! ─ respondió el peli-rojo.

──Bien, niegalo todo lo que quieras, pero tú sabes muy bien que te estás enamorando. ─ dijo la chica.

──No, yo ya no me voy a enamorar ... ─ dijo el oji-turquesa mientras se iba.

──Tarde o temprano se va a dar cuenta. ─ dijo Alix.

Horas después

La rubia se encontraba en su habitación mientras envolvía el regalo del peli-negro ya que al día siguiente era su cumpleaños.

──Espero que le guste éstos lápices. ─ se dijo para sí misma la rubia.

──Princesa, ¿tan rápido se enamoró? ─ preguntó la gatita.

──Oh, ¿hablas de Marc? Pues no, sólo lo veo como un futuro amigo. ─ respondió la chica mientras terminaba de envolver el regalo.

── ... ¿Qué hay del peli-rojo de ojos bonitos? ─ preguntó Diana, _____ dejó de envolver el regalo, se notaba pensativa.

──Tú crees que ... ¿Tengo oportunidad con él? ─ preguntó con voz neutra la jóven.

──No lo sé princesa, lo veo difícil. ─ respondió Diana.

──Si le digo la verdad supongo que se alejará de mí ... Todos se alejarán de mí. ─ dijo la chica mientras dejaba el regalo ya envoldido en su mesita de noche y se acostaba en su cama boca arriba.