Capitulo 1

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  Los rayos de sol entraban entre las cortinas, iluminado la habitación del hombre que se encontraba moviendose dormido por el ruido de la alarma que sonaba durante los ultimos 20 minutos. Hasta que abrió los ojos y se estiró habían pasado ya 5 minutos más, cansado del sonido insoportable se sentó tomando el celular y apagando la alarma.

  Miró la hora, ya eran las 8:47 de la mañana y recién se despertaba, si que le costaba despertarse, pero había tratado de mil maneras para poder madrugar, más nunca lo logró. Menos mal que él decidía los horarios de trabajo de su empresa. Ya en el baño se lavó los dientes, y se entró a bañar. Después de unos 30 minutos ya estaba en el auto saliendo para ir a su empresa.

– ¿ESTÁS CIEGO, IMBÉCIL? – Le grita al auto que se le cruzó por delante haciendo que casi lo choque, ya su mañana estaba arruinada, algo que odiaba con su alma era a los que eran pésimos manejando.

Luego del pequeño incidente que ocurrió en la calle llegó rápidamente a su trabajo, entrando saludando al portero y subió por el ascensor hasta el séptimo piso, donde se encontraba su oficina.

–Buen día Miguel, tu café – Lyla le saludaba entregando una taza de café caliente.

– Hola – El moreno agarró la taza y caminando rápidamente escuchando un sarcástico "Gracias" de parte de la secretaria.

Entró a su tan preciado espacio recordando lo que había estado pensando durante toda su semana, hacer una galería de arte en Turquía.

  Miguel O'Hara tenía 31 años, era dueño de O'Shanahan, una empresa que compraba, exhibía y vendía obras de arte. Era soltero y no le interesaba nadie como para estar en pareja, por lo que toda su atención iba directamente a su empresa, y eso era lo que había ayudado que sea tan importante. 

Miguel era reconocido en el mundo del arte por ser uno de los galerístas más importantes del mundo, sin embargo, nunca tuvo una galería en Turquía, por más sorprendente que fuese. ¿Tenía alguna razón? No, pero nunca se inclinó por Turquía como primera opción, pero esta vez le quería dar una oportunidad.

  Mientras arreglaba un par de cosas que quedaron sobre su escritorio desde la tarde anterior, escuchó el tocar de la puerta para luego ser abierta por Lyla.

– Toma – Le entregó unos papeles – Son los arquitectos más importantes de Turquía, puse los nombres y las obras más reconocidas de cada uno.

  Miguel solo la miró e hizo un leve asentimiento con la cabeza antes de que ella se fuera. Mirando a cada uno muy detenidamente durante media hora, eligió a uno que tenía un estilo muy particular, Kaya se llamaba.  El moreno prefería hablar personalmente con cada persona con la que trabajaba; esto era como un trauma, una vez le había pedido a su anterior secretaria que le de unas instrucciones a uno de los hombres con los que trabajaría, y cuando fue a visitar el espacio días antes de la exposición, se dio cuenta que no era nada como idealizaba y se enojó de una forma que lo tuvieron que contener para que no rompiera todo, si bien eso fue logrado, nadie se salvó de los insultos que vendrían después y los despidos, que hicieron que Lyla sea su nueva secretaria. De ella no se podía quejar, su trabajo era magnifico y disfrutaba de como ella lo entendía tan perfectamente, ya que ambos eran súper perfeccionistas.

Miguel se levantó saliendo de su oficina para ir hacia el escritorio de la mujer de pelo corto.

– Lyla, haz una llamada a Kaya, pregúntale si puede ser que tengamos una reunión para mañana o para pasado mañana.

– ¿Cómo se dice Miguel?

El rostro de Miguel demostraba un poco de enfado mientras que el de Lyla diversion.

– Por favor – susurra.

–¿Cómo?

– Por favor, Lyla, haz la llamada.

– Está bien, Miguel, ya estoy llamando.

El castaño continuó con su trabajo hasta unos minutos más tarde que Lyla anunciaría que la reunión sería el día siguiente, en un restaurante mencionado por Kaya, también que el boleto de viaje y el hospedaje en el hotel ya estaban listos. Rápidamente guardo sus cosas y se fue a su casa a preparar la valija con para ir al aeropuerto a las 9 de la noche.

  Miguel pasó el viaje regularmente hasta que 30 minutos antes de bajar, una azafata le tiró un jugo que llevaba encima, a lo que recibió miles de insultos de parte suya. El siempre pensaba lo mismo, "Yo no soy malo, la gente es demasiado estúpida" , lo cual estaba en lo cierto, pero no totalmente. En el vuelo no le pudieron ofrecer nada para que se cambie, tuvo que esperar hasta bajar y conseguir su valija para sacarse el traje lleno de jugo.

"Vaya forma de comenzar mi estadía" pensó mientras se cambiaba.




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Holi, soy Arii, es mi primera historia y la verdad, soy una mierda para escribir, hice esta historia porque quería leer algo parecido, es decir, hice esta historia para mi.

Si es que otra persona lee esto, quiero que sepas que en el siguiente cap aparece Petercito hermoso de mi corazón <3

Byeee, besitos en el poto

Amor En El Menú  (Miguel O'Hara x Peter Parker)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora