Capítulo VI: El autobús Noctámbulo y malas noticias

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—Tia Tessy quiero presentarte a Harry, mi mejor amigo —digo colocándome frente a ella.

Mi tía da un vistazo a nuestras manos unidas y alza una ceja antes de extender su mano.

—Mucho gusto jovencito, he escuchado muchas cosas sobre ti —dice con cortesía, pero puedo notar que sus ojos se desvían a su frente donde se sitúa la cicatriz del muchacho, parece que omitir su apellido no sirvió, a ella nada se le escapa.

—El gusto es mío señora Weasley, espero que las cosas que haya escuchado sean buenas —dice el muchacho respondiendo el apretón de manos.

—Por supuesto que sí —responde con una sonrisa.

El sonido de una tos escandalosa llama nuestra atención, es Artemis fingiendo demencia pero con la clara intención de ser incluído.

—Él es Artemis Scamander, un alumno de intercambio —digo presentando al joven.

—Es un gusto Harry, me alegra conocerte, Elizabeth no acostumbra mucho a presentarme a sus amigos, soy su vecino, este año fui transferido a Hogwarts, vengo de Ilvermorny —explica dando una palmada en el hombro de Harry en forma de saludo.

—¿Ilvermorny? Cómo que me suena, es una escuela de América ¿No? —pregunta Harry alzando las cejas al mismo tiempo que trata de tapar su cicatriz con su larga melena, no parece confiar en desconocidos.

—Así es —contesta amablemente —es magnífica, pero me interesa aprender más sobre criaturas mágicas, en Hogwarts hay muchas según escuché.

—Por supuesto, el bosque prohibido está lleno de toda clase de criaturas, en el primer año conocimos a un centauro —cuenta Harry amenamente.

—¿Un centauro? —interroga abriendo los ojos con emoción —siempre he querido ver uno pero es raro encontrarlos en América.

—¡Lamento interrumpir su conversación! —dice Stan bajando el periódico que estaba leyendo —pero me deben 33 sickles —dice estirando la mano —el pasaje cuesta 11 sickles y ustedes son 3 ¡Por trece sickles les damos una taza de chocolate caliente!

—¡Onh sí! Ya soy una mujer algo vieja, me he vuelto más olvidadiza —dice la señora canosa sacando su monedero —no, yo pago querido, nos has ayudado en varias ocasiones este verano, déjame retribuirlo —dice en dirección Artemis impidiendo que pague su pasaje.

—Muchas gracias señora Weasley, le tomaré la palabra solo en esta ocasión, ando corto de presupuesto y debo comprar los materiales de la lista escolar —dice yendo a sentarse encima de una cama ya que no hay asientos, solo camas de hierro con velas a los costados iluminando las paredes.

La Tía Tessy lo imita y se coloca junto al castaño, su edad ya no le permite estar parada tanto tiempo.

El azabache y yo nos quedamos de pie para poder platicar más a solas.

—¿Estás bien? No te ofendas pero te ves muy enferma —dice Harry —a menos que sean mis gafas déjame checo —dice quitándolas para limpiarlas —no, si estoy viendo bien y eso que soy medio miope —dice colocandoselas haciéndome reír.

—No seas tonto —digo poniendo los ojos en blanco —estoy bien, solamente que no han sido días fáciles, te contaré más a fondo en el castillo es más seguro allá ¿Y tú cómo te la pasaste en vacaciones?

—¡Pufff! —resopla dejando caer los hombros —fue espantoso, la tía Marge nos visitó, es la hermana de Vernon la vieja me detesta, comenzó a decir cosas horribles sobre mis padres y no pude contenerme —confiesa.

Elizabeth y el fugitivo BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora