Capitulo VIII: Los dementores

36 2 1
                                    

Iré un momento haber si de casualidad veo a la señora del carrito -digo saliendo del compartimiento todavía confundida por el comportamiento de Malfoy -¿Quieren algo?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Iré un momento haber si de casualidad veo a la señora del carrito -digo saliendo del compartimiento todavía confundida por el comportamiento de Malfoy -¿Quieren algo?

-No gracias -responde Harry.

Hermione y Ron niegan con la cabeza.

Salgo del compartiendo soltando un suspiro, estamos casi en el último vagón, la señora del carrito empieza a vender desde la parte de la maquinaria y avanza con lentitud de aquí a que llegue abre muerto de sed.

Avanzo por el pasillo mirando con curiosidad los vagones con la esperanza de ver a Patrick.

Es probable que Cedric este el comportamiento de prefectos, así que no habrá problema ya que no estará en el mismo sitio que Patrick, me cuesta admitirlo pero en el fondo estoy muy celosa de la chica de la foto.

•••

El tren se mueve lentamente haciendo que disfrute del paisaje, las praderas son tan distintas a las de Noruega, el frío de Londres es menos denso, casi soleado comparado con el de mi casa, volver a mi hogar en las vacaciones me resultó tan nostálgico, cuando entre a mi habitación sentí que ya no era mía.

Hogwarts ha conseguido volverse parte de mi y aunque aún no se siente como mi hogar, ya no me siento tan fuera del lugar.

Extraño a mis amigos, Amelia y Victor me visitaron en navidad, fue gratificante tenerlos cerca nuevamente.

Aveces añoro los pasillos de Durmstrang, son más oscuros que los de Hogwarts porque la luz del sol es escasa.

-¿Se te declaro Amelia? -pregunta Lesath.

Despego la vista de la ventana para mirarlo, está sonriendo con burla.

-No ¿Por qué lo preguntas? -cuestiono rodando los ojos.

-No estás leyendo como de costumbre, pensé que tal vez estabas muy afectado por su declaración de amor, ya sabes cómo los separan cientos de kilómetros -contesta encogiendo los hombros.

-Amelia solamente es mi amiga.

-¿Entonces que es lo que te preocupa?

Aveces me molesta tanto que me conozca bien, que sepa leer mis expresiones y que nuestra conexión de hermanos no me permita tener intimidad, estoy expuesto todo el tiempo.

-Nada -respondo mirando a la pequeña criatura mágica de la cesta.

-¿Es por Elizabeth? -interroga sacando al crup puppy de la canasta -le va a encantar solo miralo es bonito ¿No? -dice acariciando al pequeño perro de dos colas.

Lesath insistió mucho en comprarlo cuando fuimos al callejón Diagon, alegando que sería una buena excusa para tener una amistad con Elizabeth.

Es un pequeño perro miniatura, no crecerá más, su pelaje es de color negro con manchas cafés, tiene dos colas y los ojos azules.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 10 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Elizabeth y el fugitivo BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora