❝ XXIII ❞

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「 ミ⁝ La batalla comenzó . . . 」
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Keia retrocedió de un salto con la mirada todavía clavada en el rubio, por unos segundos, sintió como los latidos de su corazón volvían a acelerarse, como también una leve sensación de nostalgia cuando pudo ver con más claridad el rostro del contrario.

Varias dudas invadieron su mente, " ¿Cómo logró llegar a esta área? ¿Desde cuándo ha estado en esta planta? ¿Por qué seguía en este tipo de lugar un policía? ¿Cuál era su objetivo estando aquí? " y la más importante " ¿Cómo demonios sabía su verdadero nombre? "

Toda la situación desoriento mucho a la pelinegra, ya que realmente no era un buen momento para poder absorber correctamente todo lo que estaba pasando, tanto a su alrededor como en su mente.

Por lo que, aquella disociación mental, como también con su entorno disminuyó un poco en el instante que vió otra vez al policía, pero como pudo intentó mantener su mente en blanco . . . su único objetivo en estos momentos era encargarse de William, ya que ahora con la presencia del contrario en el lugar, alguno de los dos o ambos podrían salir gravemente heridos, o quizás hasta muertos.

── ¡No sé quién eres, ni como sabes mi nombre pero si no quieres morir aquí, ayúdame a acabar con William! ── gritó Keia, volteando a ver al nombrado.

Oír aquello le dolió bastante a Leon que hasta sintió una gran puntada en su pecho, como si le hubiesen clavado algo filoso en la zona mencionada, en verdad no lo había reconocido. Pero intentó no darle tanta importancia a lo que sentía ya que siempre fue conciente de que aquello fuese a poder ocurrir, además, él comprendía que por los años que pasaron aquella reacción siempre fue una gran posibilidad debido al cambio físico, tanto de él como de ella, asimismo, ahora también sabía que la vida de Becker se había vuelto en verdad muy dura y difícil.

Por lo que, se propuso que de alguna manera o otra iba a hacerle recordar quien era, solamente tenía que eliminar a la criatura que tenían en frente para luego poder hablar al fin con ella.

Kennedy simplemente asintió con la cabeza a pesar de que ella no lo estaba mirando para luego concentrarse en el contrario. Él siempre tuvo la sospecha de que los ojos que tenía William en distintas partes de su cuerpo mutado podrían ser uno de sus puntos débiles y al ver como la pelinegra le había disparado exactamente en esa zona, pudo confirmar su teoría. Aunque estos eran mucho más resistentes de lo que podrían llegar a aparentar.

── ¡Ven a mí, otra vez! ¡Pedazo de mierda! ── volvió a gritar la mujer, disparándole aproposito en su rostro con intenciones de hacerlo enfurecer y que actuará de manera impulsiva.

Y lo logró, William soltó un gran gruñido antes de volver a intentar ir contra ella con gran velocidad pero gracias a que Keia podía percibir a cualquier persona o objeto que se moviera de manera más lenta corrió también hacia él, a la par que tomaba su gran cuchillo. Se aferró al enorme brazo donde estaba ubicado uno de los ojos, antes de que la pudiese golpear para impulsarse hacia arriba y caer sobre su hombro, pudo clavarle con fuerza su cuchillo unas tres veces antes de volver a saltar hacia adelante, cuando se percató de que la criatura quería agarrarla por su espalda con otra de sus manos.

Le había hecho bastante daño, eso hizo que William siguiera quejándose del dolor que estaba sintiendo y a la vez hacerlo enojar más. Dicho ojo, ahora tenía un color mucho más rojizo debido a la sangre que salida de este.

No te perderé. » ↯ 〈Leon S. Kennedy.〉Where stories live. Discover now