En la eternidad de un instante, nace un sueño,
El mar sereno refleja la luna, brilla el ensueño,
En la oscuridad del universo, dos almas se entrelazan,
Tejiendo un lazo eterno, donde el amor abraza.
Las olas danzan al compás de su melodía,
Susurran secretos que solo ellos entenderían,
La luna testigo silente de su pasión,
Irradiando luz sobre su eterna unión.
En la oscuridad de la noche, ellos se encuentran,
Como estrellas destinadas, brillando intensamente,
El tiempo se detiene en ese abrazo apasionado,
Encontrándose en un amor puro y desbordado.
Así como el mar besa la orilla sin cesar,
El amor de ellos siempre va a perdurar,
Fluyendo como las aguas que no conocen fronteras,
Uniendo dos almas, entrelazando sus esencias sinceras.
Que el sol envidie la constancia de su amor,
Y la luna siga iluminando su camino con esplendor,
Que en cada noche encuentren la dicha en su mirada,
Y en cada día, la eternidad de su amor sea celebrada.
Así, en el vaivén del tiempo y la inmensidad del mar,
Ellos seguirán juntos, sin temor a naufragar,
En el rincón eterno de su amor serán dueños,
Y en la vastedad del universo, dos corazones, uno solo.
