¡La bendición de Dios en esta poción de amor!

El cuarto día: Mañana

Wiz era una archimaga brillante y poderosa cuando era humana. También era una querida amiga y un alma bondadosa, si es que todavía tenía una. Era hermosa y todo lo que una persona debería ser.

No hace falta decir que Kazuma le confió su vida implícitamente. Sin embargo, nunca volvería a confiar en ella para hacer un antídoto.

Si bien es cierto que tenía una gran inteligencia para lanzar una magia magníficamente impresionante, era una tonta de principio a fin.

No tenía idea de cómo lo estropeó dos veces seguidas, pero lo hizo. La tercera vez es la vencida, como dice la gente. Pero, bueno, Kazuma dudaba que viviera para intentarlo una vez más.

Desde el momento en que se despertó de su sueño, los tres miembros de su grupo lo abordaron. Sin importar dónde se escondiera, sin importar qué tan rápido corriera, lo encontraron. Casi lo atrapan...

Finalmente, como último esfuerzo, vio una ventana abierta y le rogó a Eris que de alguna manera pudiera salir de este lío. Tenía la estadística de suerte más alta posible. Solo tenía que esperar que fuera suficiente.

Sin embargo, no fue suficiente para detener su caída. Tampoco fue suficiente para evitar que su cuerpo se estrellara contra el suelo.

Parece que este es el final, pensó tristemente para sí mismo. Y justo cuando finalmente alcanzaste este clímax épico, también.

Kazuma sintió que los últimos hilos de fuerza se deshacían de su cuerpo y cerró los ojos con una sonrisa de dolor. Finalmente, todo esto había terminado.

El momento de la muerte siempre fue doloroso para Kazuma. Principalmente, porque murió de manera agonizante. Caer a su muerte no fue diferente.

Cuando volvió en sí, se frotó suavemente los músculos que recientemente habían estado, bueno, pasemos por alto los detalles más finos.

El joven aventurero se recostó en su silla y suspiró. No estaba seguro de cuántas veces se había encontrado con Eris a estas alturas. No le gustaba exactamente contar el número de veces que moría. Pero, al menos podía disfrutar de este respiro momentáneo antes de que Aqua rompiera las reglas nuevamente y lo resucitara al infierno viviente actual al que llamó vida.

Sintió los dedos deslizarse sobre sus hombros estresados. Comenzaron a trabajar expertamente en su músculo tenso, haciendo gemir al pobre hombre.

Sintió un suave calor calentar su espalda cuando una presencia familiar se presionó contra él.

"Kazuma, realmente deberíamos dejar de reunirnos así", susurró una voz celestial en su oído.

Así es. Estaba en nombre de pila con la diosa a cargo de este mundo. Y, chico, ella era una belleza. Ella era todo lo que él quería en una heroína.

Al igual que Wiz, era amable y muy bonita. Ni siquiera le importó el hecho de que ella, probablemente, se acolchó el pecho. En todo caso, le calentó el corazón saber que ella estaba tratando de apelar a todo su ser para que se sintiera cómodo en la otra vida.

¿Por qué se quedó atrapado con una diosa inútil como Aqua, cuando había un espécimen perfecto de divinidad masajeándolo en este momento? Tal vez fue algo cruel decir que cambiaría a Aqua por Eris cualquier día, pero...

Dios, esto se siente bien.

Eris rió junto a su oído, y Kazuma descubrió que amaba lo cerca que estaban.

"Se siente tan bien, ¿eh?"

Él asintió, inclinando su cuello hacia un lado para darle mejor acceso a las partes más tensas.