Solo Se Vive Una Vez |2min

08 Terapia Con Kiwi

                          🌷🍁🌼

Al día siguiente, llegué a la escuela con unas bolsas terribles debajo de los ojos. Apenas pude dormir anoche, no después de haber cometido un crimen tan grande ayer. Pero no sabía si era más culpable por el hecho de que abandoné la detención o si en realidad no me arrepentía de haber tomado esa decisión.

Me divertí mucho, solo riendo y jugando sin tener que estresarme por mis exámenes, mis calificaciones, mis padres...

Y no podía olvidar la hermosa sonrisa y la risa de Minho que se quedaron grabadas en mi cabeza toda la noche. Era contagioso, y no lo dije de mala manera.

No me estoy burlando de ti, simplemente no puedo creer lo lindo que eres.

Dejé escapar un gemido cuando su voz resonó en mi mente por centésima vez, golpeando mi frente contra la mesa. Algunos estudiantes en la biblioteca me hicieron callar y miré hacia arriba, susurrando tímidamente "lo siento", olvidando que estaba en una biblioteca en primer lugar. Karina  miró hacia mí, levantando una ceja.

—¿Qué ocurre?

—Nada— murmuré. También me sentí culpable por no haberle contado sobre la apuesta ni el hecho de que me deshice.

—Te has estado mordiendo el labio inferior y mirando fijamente una hoja de papel en blanco durante los últimos treinta minutos, así que obviamente algo está en tu mente— frunció el ceño. — ¿Todavía estás desanimado por la detención?

—Yo um, sí,— mentí.

Su rostro se endureció de repente. — ¿Minho te está acosando? ¿Te está acosando, verdad?

—N-N-No, no lo es, realmente no lo es- tartamudeé rápidamente. Luego cambié de tema. —¿Puedes ayudarme a terminar esta ecuación?

Karina frunció los labios pero decidió dejarlo pasar, acercando su silla a la mía mientras se inclinaba para mirar mis notas.

Me pregunto por qué mi corazón no late tan rápido como cuando Minho estaba tan cerca de mí. Tal vez solo estaba nervioso ya que no lo conocía tan bien. Sí, probablemente sea por eso.

—¿TaeMin?

—¿Mhm?— Dije, saliendo rápidamente de mis pensamientos.

—TaeMin— ella sonrió. Pero en un segundo, esa sonrisa se desvaneció cuando sacó el paquete de cigarrillos que olvidé sacar de mi bolsillo. — ¡¿QUÉ ES ESTO?!

—Shhhh— callaron los otros estudiantes.

—Oh, no me hagas callar—espetó ella, haciéndolos fruncir el ceño.

—H-H-¿Cómo lo supiste?—tartamudeé en estado de shock.

—Sentí un bulto en el bolsillo de tu chaqueta, ¿cómo podría no hacerlo?

—Puedo explicarlo—dije, pero Karina estaba a segundos de estallar en llamas.

—Eres....

Rápidamente agarré su muñeca y la saqué de la biblioteca antes de que nos echaran. La mirada furiosa en sus ojos hizo que mi cuerpo se tensara de miedo.

—Kari, no es lo que piensas. — murmuré en voz baja.

—¿En serio? Porque seguro que se parece a lo que creo que parece—siseó.

—Yo no fumo—argumenté. Bueno, aparte de inhalar en un cigarrillo una vez, ¡pero eso fue todo!— No son míos.

—Oh, vaya, entonces supongo que es del hada de los dientes—resopló—.  TaeMin...