Solo Se Vive Una Vez |2min

24 Travestismo

                          🌷🍁🌼

De alguna manera terminé yendo a la casa de Minho, sentándome en el borde de su cama mientras esperaba que Minho saliera. Apreté ansiosamente mis manos sudorosas, mi estómago aún se convertía en un sinfín de nudos, ya lamentando haber venido aquí. Mi mente reprodujo la conversación que tuvimos antes de entrar en detención.

—¿Tu cuarto desafío?— Preguntó y yo asentí. Minho hizo una pausa, frunciendo los labios mientras se apoyaba contra la pared. Parecía un poco vacilante al principio. —Bueno, tengo algo que hacer después de la detención y me vendría bien tu ayuda.

—¿Con qué necesitas ayuda?— pregunté lentamente.

—Tu cuarto desafío—comenzó. —Necesito que me ayudes a sacar a alguien de la cárcel.

Mi boca se abrió de par en par, preguntándome si había oído bien.

—¿Qué?—tragué saliva.

—Un buen amigo mío terminó metiéndose en problemas—explicó casualmente. —Se peleó cerca de una tienda de comestibles con otros niños de su escuela y lo enviaron a la estación de policía, por lo que el idiota está actualmente tras las rejas.

Estudié su rostro pero parecía estar muy serio, que fue cuando me di cuenta de que este Minho probablemente estaba loco.

—Tenemos que ir a buscarlo con mi jeep—agregó, como si eso fuera lo que me molestaba.

—¿Nosotros?—pregunté con incredulidad. —¿Qué quieres decir con nosotros?

—Tú y yo, tonto—sonrió.

—¿No deberían ser sus padres los que lo elijan?—Pregunté, tratando de no distraerme con sus dulces palabras.

—Bueno, tiene una mala relación con sus padres, así que llamarlos es un poco complicado—murmuró, haciéndome fruncir el ceño. —Así que tendremos que disfrazarnos y actuar como sus padres. Yo iré como su papá y tú como su mamá.

Y ahí fue cuando me perdió por completo.

Minho estaba loco, realmente estaba loco. Definitivamente había algo mal con esa cabeza suya.

Tomé una respiración profunda antes de hablar. —Minho— comencé, a lo que él asintió con entusiasmo. —No sé si te has dado cuenta, pero— puse mis manos en su ancho hombro y lo atraje hacia mí. —I. Am. A. Boy— dije, alto y claro para que entendiera el mensaje. —¡¿Cómo esperas que actúe como su madre cuando soy un chico?!

Minho envolvió sus manos alrededor de mi cintura, atrayéndome hacia él y mordiéndose el labio inferior mientras miraba el mío.

—Eres delgado, te ves frágil y tienes la cintura qué mata— murmuró con voz ronca, haciéndome sonrojar de inmediato. —Ponte una peluca, maquíllate y voilà, te verás como una niña.

Sus manos se apretaron, lo que hizo que mi corazón latiera con fuerza, y rápidamente me alejé antes de que pudiera hacer algo más. Además de su actitud naturalmente coqueta que me estaba volviendo loco, ¡¿en serio me estaba pidiendo que me travestí?!

—Estaré contigo— aseguró. —¡Estaré actuando como tu adorable marido!— Minho se acercó y tomó mi mano entre las suyas, nuestros dedos se entrelazaron. El frío metal de sus anillos contrastaba con la calidez de su piel, y la diferencia de tamaño entre su mano y la mía era discordante, pero se sentía bien.Algo sobre la forma en que nuestras manos encajaban se sentía bien.

No me aparté.

—Me estás pidiendo que cometa un crimen— presioné. —Hacerse pasar por otra persona sin consentimiento va en contra de la ley federal.