Arbustos frondosos

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Era una tarde soleada en Bag-end y ambos primos Baggins se encontraban disfrutando de una relajante taza de té y galletas de mantequilla para acompañar el cálido día. Frodo había comenzado a recibir últimamente muchas invitaciones para asistir a eventos sociales entre sus primos, probablemente debido a su cercanía con la edad adulta, que estaba gustoso de aceptar pero de vez en cuando también disfrutaba de compartir el día con su anciano Bilbo que parecía cada vez más receloso del exterior. Frodo pensaba que era por su avanzada edad que por fin empezaba a alcanzarlo.

-¿Me pasas otra galleta querido? -preguntó el anciano hobbit con una amplia sonrisa que Frodo respondió antes de pasarle la pequeña bandeja de adornos delicados- Pensé que hoy te reunirías con Meriadoc- comentó Bilbo sin mucha interés dando un sorbo a su té de toronjil.

-¿Merry?- preguntó Frodo- cambiamos mi viaje para el próximo fin de semana, prefiero pasar contigo hoy- añadió el castaño sonriente- ninguno de mis otros parientes tiene tan buen gusto como tú.

-Eso es porque no hacen dos como nosotros, muchacho.- rió Bilbo palmeando su rodilla- No muchos aquí aprecian una buena historia de aventuras, por eso tampoco son muchos los que cautivan nuestro corazones- bromeó alegremente el anciano.

Frodo asintió, de acuerdo con su tío en ambas cosas, y se sumergieron en una cálida conversación, disfrutando de la compañía del otro.

~°~

Sam se encontraba preparando sus herramientas para subir a Bag-end después de su descanso para almorzar, hacía un año que su vejete aceptó que trabajara a tiempo completo para los Baggins en el smial, debido principalmente a la rodillas doloridas de Hamfast que le impedían el ascenso diario al agujero-hobbit y a la gran devoción que seguía mostrando su hijo menor por la jardinería y, sobre todo, por la familia Baggins.

Su vejete accedió que Sam tomara su lugar solo si el rubio prometía mantenerse centrado y "a un espacio prudente" mientras trabajaba. Sam aceptó, gustoso de por fin tener una excusa válida para subir diario a Bag-end. El viejo hobbit le aconsejo a su hijo menor que se mantuviera al margen de los gentle-hobbit, conformándose sólo con cumplir sus peticiones y labores diarias.

<<-Sam, muchacho,- solía decirle a menudo mientras limpiaba sus gastados instrumentos en el jardín trasero- si sigues con esa cabezota tuya perdida en aventuras sin sentido solo terminarás en desgracia>>.

Sam suspiró y agitó su cabeza al recordar aquella palabras, no entendía porque su padre se irritaba tanto. Después todo, él era el primero en reconocer su posición. Tendría que conformarse con admirarlo de lejos y guardar cualquier tesoro que su señor le confiara.

Fue sacado de sus pensamientos por la voz clara de Daisy llamándolo para almorzar, Sam se sobresaltó antes de acercarse al interior de su hogar y lavar sus manos. Se dirigió al comedor y ayudó a terminar de poner la mesa tomando asiento junto a Marigold. El rubio comía tranquilamente su plato de estofado con papas, escuchando las risas y conversaciones a medias de sus hermanos cuando Hamson se levantó para anunciarles algo.

-Pa' y hermanos les quiero dar una noticia,- comenzó Ham pareciendo algo tenso, su padre lo miró severamente con ojos curiosos- como saben he estado saliendo con mi hermosa Primrose los últimos años y aprovechando que ambos hemos alcanzado la mayoría de edad... ¡Nos comprometimos!- dijo sin poder contener más su emoción, se hizo un silencio completo en la pequeña habitación antes de que Hamfast se levantara lentamente y abrazara a su hijo mayor con fuerza.

El rostro de su vejete permaneció neutro pero en el brillo que tomaron sus ojos marrones se podía vislumbrar lo conmovido y orgulloso que estaba por la noticia.

Y tu eres el único que sigue aquí Sam Gamgee (Samfro) (Canonxoc)Where stories live. Discover now