✎ 𝟐𝟒.- 🧵

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𝐲𝐨𝐮'𝐯𝐞 𝐠𝐨𝐭 𝐧𝐨 𝐫𝐞𝐚𝐬𝐨𝐧 𝐭𝐨 𝐛𝐞 𝐚𝐟𝐫𝐚𝐢𝐝,
𝐲𝐨𝐮'𝐫𝐞 𝐨𝐧 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐨𝐰𝐧, 𝐤𝐢𝐝,
𝐲𝐞𝐚𝐡, 𝐲𝐨𝐮 𝐜𝐚𝐧 𝐟𝐚𝐜𝐞 𝐭𝐡𝐢𝐬.
𝐲𝐨𝐮'𝐫𝐞 𝐨𝐧 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐨𝐰𝐧, 𝐤𝐢𝐝...
𝐲𝐨𝐮 𝐚𝐥𝐰𝐚𝐲𝐬 𝐡𝐚𝐯𝐞 𝐛𝐞𝐞𝐧.

—𝐲𝐨𝐮'𝐫𝐞 𝐨𝐧 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐨𝐰𝐧, 𝐤𝐢𝐝
𝐭𝐚𝐲𝐥𝐨𝐫 𝐬𝐰𝐢𝐟𝐭.


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🧵 ANYA'S POV



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Mi cara debe ser un chiste en estos momentos.

No hay tela de tul, ni de dupion, ni encaje, ni chantilly. Se supone que el camión tendría que haber venido ya a traernos las telas que faltan, por no decir que comenzamos a escasear en otros muchos tipos de telas. Por lo que, enfadada, voy a trasladarle mi queja a Beatrice.

—Beatrice, no sé para qué les paga una cantidad tan generosa a los de las telas, si no se molestan en traer el pedido con la frecuencia que se les pidió.

—¿Qué tela necesitas, chica?—pregunta dejando las gafas en su escritorio.

—La que más necesito ahora mismo es la de chantilly, porque estaba acabando el vestido de boda de Bella.—asiente.

—Tengo un rollo entero en mi armario, es todo tuyo.

—Menos mal... Gracias, señora Beatrice.

—Cuando lo cojas, ven aquí de nuevo, tengo que hablar contigo.—rápidamente la hago caso y traigo también dos cafés a la oficina.—Gracias cariño mío.

Estoy percibiendo una energía tan rara que no sé ni siquiera cómo sentirme. Sin más rodeos, tomo asiento frente a ella y resoplo.

—De acuerdo, la escucho.—digo para acto seguido dar un sorbo a mi café.

—Quiero pedirte perdón, Anya.—entrecierro los ojos—No te he sido sincera, pero estaba en un momento crucial...

—Me está asustando, Beatrice. ¿Qué ocurre? ¿La pasa algo?—la manera en la que sus ojos se inundan puedo empezar a saber que son una mera pista del posible desmadre que puede estar ocurriendo en su vida.

—A mí no, es Rafael...—abro la boca y agarro sus manos por encima de la mesa.—Le han detectado un tumor en el pulmón.

Rafael es su marido. Le conoció cuando tan solo tenía 18 años. Son la definición más pura de amor que he visto en mi vida. Jamás podría olvidar aquellos días en las que llovía cuando empecé aquí mi periodo de prácticas. Rafael venía en su preciado Mercedes "vintage" (como solía decirme cada vez que Beatrice decía que era un cachivache antiguo), y hasta que no me asomaba a la ventana, no se iban. Una vez me asomaba, él hacia sonar el claxon mientras que veía como se marchaban calle abajo.

—No me diga eso... Dios mío... ¡Cuánto lo siento! ¿Qué pronóstico hay?

—Pronóstico horrible, querida. Le dan meses de vida, está tan avanzado que creen que ya nada surgiría efecto. Estoy perdiendo a mi otra mitad...—se echa a llorar rota de dolor y solo puedo levantarme y abrazarla.

falling ; lando norris. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora