Capitulo 4 "Secretos"

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T/n Hargreeves.

Todo mundo guardaba secretos y no es que estuviera mal, yo también guardaba demaciados pero no tenía justificación que todos en la academia sepan un secreto y yo sea la única en no saberlo. Sabía perfectamente que había sido la última en ser adoptada pero no por eso tenían razón para guardarme un secreto tan grande como este. ¿Como diablos no había ya descubierto que vivía alguien más aquí?

Trato de no moverme demaciado, simplemente un movimiento en falso y estaba muerta por estar escuchando conversaciones que no eran de mi asunto, pero agradezco de alguna manera haber entrado al despacho aunque el no estuviera. La cuestión era algo fácil, toda la academia sabía quién era ¿Five? Pero yo era la única que no lo sabía, porque cuando me daba cuenta de su existencia Alisson borraba mi mente con su maldito poder, entonces lo único que debía hacer era yo mantener el secreto que existe. Y buscar respuestas por mi parte.

— No debemos seguir hablando de este tema, a esta hora baja número ocho para su llamada regular — hablo Reginal sentándose en su escritorio.

Si estaba más que muerta.

— ¿Quiere que vaya por ella? —  pregunto pogo esperando en la entrada.

— No está bien, no tarda en bajar, quiero que estés aquí en su llamada porque tengo varios asuntos que hacer en la habitación de el — regresa al tema para pararse de su silla nuevamente y acercarse a pogo.

Doy las gracias al universo por no quedarse en su despacho y descubriera mi pequeño escondite. Veo que sale completamente del despacho seguido de pogo para cerrar la puerta, solo esperaba que esa maldita puerta no le haya puesto llave, si no me iba a llevar la que me trajo, aunque en este caso no se si me trajo ella. Me acerco a la puerta para abrir, y vaya hoy el destino estaba de mi parte porque había abierto, hoy no llamaría a David, lo dejaría para después, ahora tenía que descubrir quién era el tan famoso ¿Five?

[...]

Despierto con el molesto sonido de esa campana, ya no me molestaría en enojarme por el sonido, no es como si eso la fuera a parar, era el pan de cada día. Me levanto rápido de la cama para ponerme mi uniforme y cepillarme el cabello algo rápido dejándolo en un desastre absoluto, me servía. Ayer había estado toda la noche pensando en un plan para seguir cualquier movimiento que hiciera Reginal, me sería un poco más fácil si pudiera leer su mente pero era inútil.

Llego a las escaleras para encontrar a Klaus sentado como todas las mañanas para llegar juntos al entrenamiento, no era alguien que podía confiar, ayer había tenido varias sueños de cuando llegue aquí y el fue uno de los cuales hizo que mi memoria se fuera por primera vez. Pasó de lado sin darle alguna saludo o esperar por una de sus bromas de mañana, hoy tenía un día productivo en el que nadie iba a interferir.

Mi plan se basaba en llegar al entrenamiento, ver a Reginal irse por "asuntos privados" y sentirme mal de algún modo, el entrenamiento quedaba en revisión de pogo, entonces era bastante fácil hacerme la víctima en ese caso, cuando me mandara con mi madre llegaría con ella para sentirme aún peor dándome reposo para mandarme a mi habitación y seguir a Reginal en todo lo que hiciera, pues aunque dijiera que tuviera asuntos privados jamás salía de la academia, eran contadas las veces que lo veía salir de ella.

— Ya saben que el entrenamiento será lo mismo que todos lo días, asi que empiezen — ordeno Reginal para salir por la puerta como siempre lo hacía.

Todos empezaron a formar parejas, tendría que dejar a Diego ganar esta vez ya que mi curiosidad ganaba en este asunto. Empiezo a hacer varias muecas de dolor para sentarme en una pequeña banca de madera que estaba por la habitación, llamó la atención de Klaus para verlo acercarse a mi.

Mi psicópata favorito Where stories live. Discover now