7. ¡Mea culpa!

144 18 13
                                    

Cuando Alisson se desmayó fue llevada de prisa a la mansión, para ser atendida por el médico.

Sabía que tenía varios golpes y raspones, pero no fue consciente de su estado real hasta que la vio en el piso de esa sucia celda.

Su estómago se revolvió, de verla lastimada. Contra todo sentido común seguía preocupada por ella.

Por eso aún contenía la ira de verla siendo golpeada por Kim. Una parte dentro de ella, profunda y nueva, le dijo que lo matara en ese momento por haberse atrevido a tocarla.

Era contradictorio para Amaris los sentimientos que sentía por Alisson. Para este punto ya no sabía qué creer.

¿Era una espía de los humanos? ¿Ella suplantó a la verdadera representante del Rey? ¿O todo esto era solo un malentendido?

Pero si sabía que Violett quería echarla de la manada y proteger a su familia, ella siempre fue especialmente protectora con su gente. Un poco más que el promedio.

Otra parte de ella, una pequeña que no quería reconocer, quería darle el beneficio de la duda.

Vio al doctor trabajar con rapidez, curando cada una de las heridas, notando cuan mal estaba. El medico, quien se llamaba Theodor, curo todas ellas limpiando su cara sucia, sus manos y brazos.

Violett estaba inquieta.

De las dos ella era especialmente reservada. Amaris tuvo pocas parejas a lo largo de su vida, podía contarlas con una mano. Nunca se sintió realmente conectada a nadie, así que dejo de interesarle el amor.

Claro que luego llegó Alisson y despertó en ella un interés y entusiasmo por conocerla, algo que no le pasaba en mucho tiempo. Incluso Violett, pero Alisson había roto su confianza, y eso ya no se podía recuperar.

Violett se sintió traicionada por Alisson y por su sentido del deber a con su gente, el miedo de saber que ella pudo ser un espía le dio paso a la ira. La loba creía haber fallado como Alpha, como líder de su manada, quien tenía que protegerlos.

Así que se agazapó en sí misma, escondiéndose y acurrucándose en el fondo de Amaris, pues ahora se sentía vulnerable.

Amaris sabía que era su turno de protegerla. Volvió la vista y miro lo que estaba haciendo el doctor.

Él la desnudo dejándola en ropa interior para poder revisar mejor las otras heridas. Todo su abdomen estaba lleno de moretones, sus piernas tenían varios rasguños, pero era la pierna derecha la que estaba peor, había un moretón enorme que se estaba poniendo morado.

-Tiene el músculo lesionado, al igual que un esguince menor en el pie derecho -comenzó a informar el médico mientras limpiaba su cuerpo de la tierra para cuidar de las heridas -los golpes del estomago son los más importantes por ahora. Tendría que esperar a que despierte para comprobar si tiene las costillas rotas -dijo tocando los costados de su abdomen -lo más probable es que sí. Su rodilla también está algo golpeada, habrá que esperar a los exámenes para tener el diagnóstico completo.

Dijo dándole un vistazo rápido a su Alpha, quien no respondido y solo pudo asentir.

Si hablaba tal vez terminaría gritando.

-Está muy lastimada, Amaris.

Escucho la voz de Violett en su cabeza, sonaba tan preocupada.

Gran parte de sus heridas eran su culpa, y aun así camino de regreso sin quejarse, y luego no pudo hacer nada mejor que dejarla en ese estado.

Espía o no, se sentía culpable al igual que Violett que probablemente no lo admitiría, pero en realidad uso más fuerza de la que quería al derribarla.

THE BLACK MOON | G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora