¡No renuncio a lo que soy!

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Al día siguiente Eduardo se fue al hotel donde se hospedaron, ese lugar era muy pequeño y lejano a la ciudad, fue mucho tiempo de viaje y el equipaje la llevó a un hotel más cerca del Hospital, ahí pudo tomar una ducha tranquilamente

En el espejo su reflejo era muy brillante, ya no es de tristeza o miedo, siente mucha tranquilidad y por primera vez goza de una libertad extraña; que no hay nada que temer

Su cuerpo es liviano y su corazón entusiasmado, la ropa se desliza fácilmente por su piel. Peinó su cabello con mucho cuidado y se sintió muy orgulloso de su apariencia, su piel es cremosa y pálida, sus labios rojos y sus ojos extremadamente brillantes

Álex tiene una fascinación por sus ojos, así que levantó sus pestañas con sus dedos queriendo resaltar su mirada. Miró los pendientes que Álex le dió, pero se arrepintió y lo dejó, eso ya es demasiado, así que solo se puso un poco de perfume y fue al hospital

Ya pasó del medio día y Álex ya lo estará esperando, todavía no está recuperado, pero Álex no se quiere quedar en el hospital, solo accedió a dejarlo ir al pueblo después de darle una hora de discurso de que no le pasará nada

Eduardo sonrió y salió del auto para ir hasta la habitación. En la Sala de espera Faddei lo detuvo y en Eduardo fue evidente su mal humor

Después del accidente solamente ahora tiene la dignidad de venir, no llamó para preguntar por el estado de Álex y mucho menos se preocupó por lo que pudo pasar y descansó tranquilamente en su casa

"Estás hermoso" Eduardo le mostró una expresión de disgusto, esperaba escuchar esas palabras de Álex y no de ese hombre, después de todo se quedó mucho tiempo buscando arreglarse bien solo para él

Faddei se río y le pasó un vaso de café, hace frío aun con la calefacción encendida, naturalmente el frío es predominante en ese tipo de instalaciones. Eduardo agarró el café por cortesía, Faddei estaba con la mano extendida

"Vamos, necesitas algo caliente después de sentir frío, solo es café" Eduardo la tomó sin querer para evitar conversación innecesaria, el sabor dulce llenó su boca

Faddei iba a abrir la boca para molestar al hombre; sin embargo, sintió la sombra de Álex, sus ojos fríos son un repelente muy eficaz, puede amenazar a cualquiera porque sus ojos son como los de un animal; que infunde miedo cuando se fija en el objetivo

"Finalmente te dieron de alta, yo pague los gastos del hospital espero no te incomode. La seguridad de la mina es un problema ya lo sé, desde ahora tendremos muchísimo cuidado y yo mismo estaré vigilando para que el lugar de trabajo sea seguro" Faddei sabe que está en problemas

Álex no mencionó nada al respecto, eso fue suficiente presión.  Lo que quiero hacer fue tomar hipocresía de Faddei y tirarlo a la basura, por eso se acercó a Eduardo

"A Eduardo no le gusta el café" fue a la basura, el vaso medio se aplastó en su mano. Faddei se río

"Bueno, ahora ya sé algo más acerca de tí" provocó Faddei y su tamaño le hizo sombra a Eduardo, su sonrisa era muy liberal, alegrándose de que ahora son más cercanos

Álex interpuso su brazo entre ellos y Eduardo retrocedió. Soltó un suspiro, sé siente presionado y Álex tiene una mirada dura en él. Está muy molesto

En Faddei hay unas ganas tremendas de burlarse Álex, por suerte lo pensó mejor. Álex sé hirió en parte por su culpa, así que no puede buscar más problemas

Para salir de está situación retrocedió y sé alejó de ellos. Los dos son como una pareja que es molestada por una tercera persona para que ellos no puedan encontrarse

Fue mala idea casarme en Las Vegas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora