𝙤𝙣𝙘𝙚 𝙪𝙥𝙤𝙣 𝙖 𝙙𝙚𝙘𝙚𝙢𝙗𝙚𝙧 (𝑒𝑑𝑚𝑢𝑛𝑑 𝑝𝑒𝑣𝑒𝑛𝑠𝑖𝑒 𝑥 𝑜𝑐)

1.2

𝙴𝚕 𝚍𝚎𝚜𝚌𝚞𝚋𝚛𝚒𝚖𝚒𝚎𝚗𝚝𝚘 𝚍𝚎 𝙻𝚞𝚌𝚢

Llovía, cómo Ophelia no había visto llover en lo que llevaba del año. Habían pasado ya varios días desde la llegada de los hermanos Pevensie y Ophelia al estar aún en su último día de "castigo" no había mucho que pudiera hacer para distraerse.

Y si así fuera, no podían hacer nada por el diluvio que se encontraba afuera.

En los días que habían pasado juntos, Ophelia pudo notar las diferentes personalidades de cada Pevensie, así que se dispuso a describirlos.

Peter, al ser el mayor llegaba a ser un poco más estricto y sobre protector con sus hermanos, aun así, la manera en que trataba a Lía le indicaba que era un niño realmente dulce y bondadoso.

Susan al ser la mayor y ser la "mujercita" de la familia, trataba de ser perfecta en todo sentido, siempre tan amable y atenta hacia los demás (hasta olvidando serlo con ella misma).

Edmund quién les seguía de edad (descubriendo que tenía la misma edad que ella), llegaba a ser un poco estresante por la forma tosca en que llegaba a mirarla o tratarla, la opción más recomendable que optó Lía, fue evitarlo en todos sentidos.

Y por último la pequeña Lucy, quién era un amor de persona, siempre sonriendo y jugando. Le había hecho ver a Ophelia otra perspectiva de la vida, una más bella.

Ese día de lluvia los hermanos Pevensie y Lía se la habían pasado jugando juegos de mesa durante toda la tarde, en especial los pequeños Edmund y Ophelia, quiénes se encontraban jugando ajedrez por sexta vez, ambos mostraban una gran destreza y estrategia en el juego, haciendo que en las últimas cinco jugadas quedarán empatados. Para los demás dejo de ser divertido después de la tercera ronda.

-¡Está bien, jugaremos el juego de Susan! - exclamó un Peter estresado, pues habían pasado las últimas tres horas sentados solo viendo como Ophelia y Edmund movían de un lado a otro sus piezas.

Susan quien había estado sugiriendo por más de hora y media un "divertido juego" con el diccionario. Soltó un suspiro de alivio y se levantó sonriendo.

-¡Muy bien, iré por el libro! -y con una sonrisa enorme salió corriendo hacia la biblioteca.

-Prepárense para las dos horas más aburridas de su vida. - murmuró Peter hacía los más pequeños, Ophelia por su parte solo se limitó a soltar una risita.

-¡Buen juego Ed! - dijo una sonriente Ophelia. - Espero pronto volver a jugar contigo. -

Edmund solo se quedó observando a Lía, no podía entender cómo es que no pudo ganarle a una niña. Siempre ganó en todas sus jugadas, ¡hasta llegó a ganarle a Peter!

-¡Por supuesto! Me encantaría volver a perder contra una niña. -dijo el castaño con ironía. La sonrisa de Ophelia fue apagándose, ¿Acaso había hecho algo malo?