Yo sí te quiero, Amaya [COMPLETA✔️]

𝐓𝐑𝐄𝐈𝐍𝐓𝐀

𝘠𝘰 𝘴𝘪 𝘵𝘦 𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳𝘰,
𝘈𝘮𝘢𝘺𝘢

  Mis planes eran no hablar sin importar que, las expresiones de papá y Cora eran totalmente confusas por todo lo que la señorita Laurent empezó a decir sobre Karly, provocándome derramar las primeras lagrimas del día, pero era porque empecé a sentir miedo.

Me insistió en que les contara sobre lo que yo no sabía que ella sabía, pero si sabía porque no se equivocó en las palabras que uso.

No quería mentirles a ellos, y al final termine contándoles y afirmando todo lo que la señorita Laurent había dicho.

Mis manos temblaban de lo aterrada que estaba, y la comezón era insoportable.

— No lo hace a propósito, o tal vez sí, no lo sé, pero no le gusta que este aquí, y cuando viene ella suele decirme cosas hirientes, o suele empujarme, a veces me pega en la frente con la palma de su mano.

— ¿Te sientes ansiosa, preocupada o triste cuando Karly regresa?

— Sí.

— ¿Le tienes miedo?

Asentí, más que miedo y todo eso, también sentía malestar con frecuencia, era una sensación abrumadora, la misma sensación de angustia que sentía cuando Alma estaba cerca de mí con actitudes violentas.

Ella quería que lo explicara para que papá y Coraline pudieran entender, pero no sabía cómo expresarme en esa parte en voz alta.

— Esas irritaciones en la piel de Amaya son frecuente cada cierto tiempo, y no se trata de alergias, son ataques de ansiedad, y quizás desaparezcan cuando Karly regrese a la universidad, pero volverán a aparecer cuando este de vuelta.

Ni siquiera podía descifrar las expresiones en sus rostros, entonces me sentí peor, lo menos que quería era causar problemas y ser un estorbo, esa era la razón por la que preferí no decir nada, no quería que ellos me vieran diferente. Karly era su hija que ha vivido todo el tiempo con ellos, yo era nueva, prácticamente una desconocida, no quiero provocar mal entendidos, de todas formas, no contaba con que me creyeran a mí.

Abrace el cojín entre mis manos y con todo mi esfuerzo trate de parar las lágrimas. No quería victimizarme de nada.

— ¿Quieres decir algo más Maya?

Volví a asentir, era difícil hablar con un nudo en la garganta, pero puse mi mayor esfuerzo, era importante que lo supieran:

— Yo no quiero causar problemas, por eso no dije nada... Y me enojaba mucho cuando la señorita Laurent me preguntaba al respecto. — Trate de explicarme.

Coraline cambie de sitio sentándose junto a mí, me queje un poco por su tacto, pero la deje tocarme.

Pensé que iba a estar enojada conmigo, pero era todo lo contario, su expresión se habia relajado con un aspecto amigable, y dulce... Apenada.