Capítulo 2

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Lexie

Estaba segura de que mi abuelo me había comentado algo, siempre lo hacía, pero era muy probable que no le haya prestado atención, tal vez en su momento me pareció insignificante, pero por alguna extraña razón, queria saber de quienes se trataban, comenzaba a importarme más de lo debido.

—Como sea, sabremos quienes son al llegar a Hogwarts.— comentó mi amiga.— ¿Qué hicieron después de que nos vimos?

Eso era fácil de responder; mis abuelos me habían castigado por mi insolencia y los entendía, realmente me deje llevar por el momento y ahora solo me tocaba asumir mi consecuencia.
Era un poco triste, ya que había quedado de salir con Cedric, pero debido al castigo tuvimos que cancelar nuestros planes, ahora tenía que verlo llegando al colegio, sin embargo, nos estuvimos mandando cartas.

—Despues de lo que hice en el partido quede castigada.- solté un bufido.— Se supone que vería a Cedric.

—Aún no puedo creer que seas tan amiga de él, digo, es el chico más popular de su casa.— dijo Ron.

—No olvides lo inteligente que es.— agregué.

—Y también es atractivo.— Ron vió a Hermione.—¿Qué? Es la verdad Ronald.

El pelirrojo solto un leve bufido.

—Como sea. Mamá también nos castigo por dejar que hicieras eso.— prosiguió.— Fred y George trataron de persuadirla, pero fue en vano.

—Y están en todo su derecho de castigarlos. ¡Pudiste haber muerto Lexie!

—Pero no paso Hermione, aún estoy aquí.

Mi amiga solto un suspiro, para después abrir su libro y comenzar a leer.

—Fue algo que pudiste a ver pensando mejor, solo digo eso.- finalizó.

A veces me sentía como una niña al lado de Hermione, pensaba que ella tenía pensamientos más maduros y tal vez no me equivocaba.

—¿Oigan por qué no ha pasado el carrito de dulces?— cuestionó Ron.— Quiero una Rana de chocolate.

—¿Por qué siempre tienes que estar comiendo?— Hermione despego la mirada de su libro por un momento.

—Estoy en pleno crecimiento, mamá dice que debo de comer.

—Si Ronald, pero cosas saludables.— me puse de pie.— Da igual, necesito caminar un poco, si veo tu rana de chocolate, te la traeré.

—Eres un amor Lex.

Sonreí para luego salir del vagón.

Tenía pensado en comprarle dulces también a Harry, pensaba que sería un lindo detalle.
Esperaba que este año pudiera decirle lo que siento, tal vez ya era momento de hacerlo, pero aún estaba el miedo de la posibilidad de arruinar nuestra amistad, no quería perderlo o que las cosas se tornaran raras, pero era tan incierto el futuro.

Cuándo visualice el carrito de los dulces, compré todo lo que sabía que le gustaba a Harry, lleve algo para Hermione y la última rana de chocolate que quedaba. Guarde los dulces en mi bolso, excepto la rana.

Camine hasta llegar al vagón donde se encontraban los de Slytherin, ya que estaba cerca pensaba en saludar a Draco, pero al momento de abrir el vagón, un chico salió corriendo, dándome un pequeño empujón. Pensaba que tocaría suelo, pero no fue así. Aquel chico me tomo de la muñeca antes de caer. Di un leve tiron para poder ponerme recta.

—Disculpame, no te ví venir.— agache la mirada un tanto avergonzada.

—No, discúlpame tú a mí.— respondió.— Quería alcanzar el carrito de dulces y no me fijé que venías. Digo, la verdad quería probar una rana de chocolate, nunca he comido una y en el vagón decían que sabían deliciosas. Pero... ¿Estás bien?

My Three Loves Where stories live. Discover now