¡Niklaus! - Klaus Mikaelson

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Klaus estaba atrapado, y lo sabía

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Klaus estaba atrapado, y lo sabía. Tn tenía ese don especial para descubrir sus travesuras, sin importar cuán sigiloso tratara de ser.

- Levantado temprano, hermano - Rebekah dijo con una ceja alzada mientras Klaus le hacía una señal de silencio. - ¿Qué le hiciste ahora?

- Nada - respondió el híbrido con una sonrisa traviesa, mientras su hermana dejaba de mirarlo y dirigía su atención hacia las escaleras, esperando algo.

- ¡Niklaus!- escucharon gritar a Tn mientras Kol se acercaba a la cocina, riendo.

- Yo de ti empezaría a buscar un escondite - Kol tomó una manzana y se sentó tranquilamente, esperando ver cómo su hermano resolvería el problema en el que se había metido.

- No hice nada, no me voy a esconder - respondió el híbrido con seguridad.

- ¿¡En serio!? - dijo Tn detrás de Klaus, haciendo que se sobresaltara y que sus hermanos se echaran a reír.

- Ella debería estar en el FBI-  susurró Kol mientras Rebekah asentía y le ofrecía su tazón de palomitas.

- ¿Cómo amaneció mi reina?- el híbrido trató de besar a la joven humana, pero ella se apartó.

- Uy, eso hasta a mí me dolió - Kol hizo una mueca mientras Rebekah asentía en acuerdo con su hermano y alejaba su tazón de palomitas al ver que se estaba terminando. - Haré más y no te daré nada.

- Quemarás la cocina y no tendrás nada -  aseguró la rubia. - Cállate y déjame oír - El Mikaelson hizo un puchero, pero obedeció a su hermana, pues también quería presenciar el momento.

- No me trates como un idiota, Niklaus, sé lo que hiciste - Tn cruzó los brazos y miró con molestia al híbrido.

Klaus suspiró derrotado, sabiendo que no podía ocultar nada a Tn. Pero no pudo evitar sonreír ante su ingenio y su capacidad para mantenerlo en su lugar. Después de todo, incluso en medio de los problemas y las bromas, había algo especial en el caos de su vida juntos que hacía que cada día fuera una aventura única.

 Después de todo, incluso en medio de los problemas y las bromas, había algo especial en el caos de su vida juntos que hacía que cada día fuera una aventura única

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One Shots | Salvatore y MikaelsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora