☆🕸//𝐕𝐢𝐜𝐢𝐨𝐮𝐬 {ʜᴏʙɪᴇ ʙʀᴏᴡɴ}

☆13. 𝐈 𝐅𝐨𝐮𝐠𝐡𝐭 𝐓𝐡𝐞 𝐋𝐚𝐰.

I fought the law and the law won

I left my baby and it feels so bad

Guess my race is run

Lo intensas de las explosiones rompían mis tímpanos pese a usar audífonos con protección de ruido, aparatos inservibles porque aun seguía escuchando perfectamente muchas cosas. Estaba acurrucada en brazos de Mandy mientras Alexei había ido a preparar el desayuno, y si, ellos se habían quedado a dormir tras la sesión de fotos de ayer.

La rubia había dormido conmigo y el pecoso en la cama individual que se encontraba debajo de la mía y era capaz de sacarse como si de una gaveta se tratase. Había pasado una muy mala madrugada, vomité cada cosa que había ingerido incluyendo el delicioso arroz chino que la pareja había preparado, cosa que aún me dolía porque estuvo tan delicioso que ingerir dos platos me parecía muy poco. Y justo ahora tenía una pequeña fiebre además de que mi cabeza dolía.

Pinky veía todo lo que estaba pasando en la ciudad mediante el televisor y aunque yo intentase ver también no me dejaba, me ponía un antifaz para dormir junto con una pequeña toallita húmeda en la frente.

Al parecer dicha explosión provenía de los laboratorios Osborn.

-No televisión, intenta dormir y seguir soñando con tu negro~ -comentó para echarse a reír sin despegar la vista de la pantalla, yo solo hice una mueca con mi boca. Mi estomago aun estaba muy revuelto.

Alexei cocinaba excelente al igual que su actual novia pero el aroma a comida ahora lo único que me generaba era asco. Un asco tan intenso que comenzaba a dar arcadas y mi mejor amiga solo acariciaba mi cabello mientras colocaba a mi lado un balde por si acaso.

En el aparato se escuchaba como los noticieros captaban los gritos desgarradores de las personas que habían perdido a un ser querido, a los niños que lloraban, las órdenes de los capitanes del cuerpo policial, las protestas y el sonido del camión de bomberos.

-La explosión fue muy fuerte... media fábrica se hizo trizas y 40 trabajadores murieron al instante... Pobres personas, ¡todo es culpa de este maldito gobierno! -Pese a mi malestar sonreí, sonaba como toda una anarquista.- Oh mira, allí está Spiderpunk....

Me retiré los audífonos anti-ruido cuando logré captar esa última oración.

Aprovechando la oportunidad de que Mandy estaba hipnotizada por el televisor, levanté un poco el antifaz y pude notar como éste traía a un sujeto de traje que aparentaba ser alguien del alto mando militar y tener alrededor de unos 40 años, permanecia amarrado en las telarañas del antihéroe como si de la crisálida de una pequeña oruga se tratase. El arácnido lo tiró al suelo, estampandolo contra la carretera con molestia; pisandole la espalda con sus botas rojizas sin importar los quejidos de dolor que emitía el sujeto en busca de llamar la atención, gritando lo más fuerte que podía.

-Cierra la boca, imbécil. Tus lamentos son igual de falsos que esas medallas de honor en tu saco. -Los oficiales se acumularon cerca de él, apuntandolo con sus armas esperando que el héroe levantase sus manos en acto de respeto.- Disparen, adelante, deshaganse de mi.

Media situación no podía apreciarse bien porque se escuchaban a las comadres chismosas del noticiero hablar sobre lo insolente que era aquel enmascarado delante de los entes públicos. Ojalá cerrasen la boca y dejasen escuchar lo que pasa, la reportera solo le insistía al camarógrafo que enfocase la escena procurando captar todo lo referente a eso.