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Hobie tiene un álbum lleno de fotos polaroid de ti y no puedes estar en desacuerdo conmigo en esto.
y sí, algunas de ellas son lindas fotos de ustedes dos o fotos que él toma de sus atuendos antes de asistir a cada uno de sus espectáculos; a él le encanta su estilo. sin embargo, esas lindas fotos generalmente terminan como fondo de pantalla de su teléfono o cuelgan en las paredes de su habitación.
la mayoría de las fotos polaroid son imágenes lascivas que él te toma, lo que explica por qué el álbum está cuidadosamente escondido debajo de una pila de ropa en el armario, solo para que él lo encuentre. no sabías por completo que él era dueño de esto: sabías que le encantaba tomarte fotos en escenarios muy comprometedores, pero no tenía idea de que tenía un álbum completo de ellos.
por eso, un día, cuando entraste en la habitación, te agarra del brazo con entusiasmo y te indica que te sientes en la cama con él mientras saca el álbum. "¿Quieres ver algunas fotos que tengo de ti?" sonríe mientras te sientas. sonríes, sin esperar nada "Maldita sea, ¿tantos? estás un poco obsesionado"
"¿yo? No, princesa", sonríe mientras lo abre, revelando algunas fotos tuyas con su ropa. las pocas primeras páginas son imágenes bastante inocentes, mientras que él mantiene las más sucias a unas pocas páginas de distancia: le encanta el valor impactante. mientras analizas cada foto y las comentas, pasa a la página siguiente y señala la primera foto: una foto tuya chupándote el pulgar y mirándolo, con crema batida en los labios. "Eso es un ganador", sonríe mientras observa tu expresión con atención.
"No sabía que guardabas eso", te sonrojas mientras miras a los demás. todos son bastante sugerentes, como primeros planos de las marcas que dejó en tu piel, bonitas imágenes de ti sacando la lengua lascivamente a la cámara o en posiciones sugerentes.
a medida que pasa unas cuantas páginas más, te quedas sin aliento en estado de shock "¡¿Qué diablos, hobie?!" su sonrisa crece aún más mientras presionas tu mano sobre tus labios, mortificada. tus dedos rozan la foto, una pequeña polaroid que muestra tu espalda desnuda y la parte superior de tus caderas, la mano de hobie tirando de tu cabello.
las fotos comenzaron a volverse mucho más explícitas: sus manos agarrando tus pechos, los dedos enredados en el dobladillo de tus bragas, tú con la cabeza echada hacia atrás mientras lo montabas (la camiseta larga que llevabas, afortunadamente, tapaba la forma en que él se estaba enterrando dentro de ti).
sabías que él tomó esas fotos, no es como si fuera una novedad para ti. nunca hizo nada sin pedir consentimiento primero y, si llegaba el momento, se aseguraría de deshacerse de ellos de inmediato si se lo pedías. pero no lo hiciste. en lugar de eso, los miraste, roja como un tomate mientras él te observaba atentamente, con una sonrisa de oreja a oreja.
era la primera vez que veía esto y, sinceramente... toda la idea de las imágenes, los recuerdos detrás de ellas... te excitaba. llegaste a la última foto cuando hobie juntó sus manos "ah, sí... mi puto favorito" la señala, una foto de ustedes dos frente a un espejo, desnudos. esta vez, la foto la tomas tú. tu cara está cubierta por la cámara mientras hobie apoya su cabeza en tu hombro, sus manos sostienen tus senos como un sostén. la imagen muestra los torsos de ustedes, brillantes de sudor.
no puedes evitar sonreír. ese fue un buen momento, cierras los ojos un poco, recordando la forma en que Hobie se deslizó dentro de ti repetidamente, ordenándote que te mires en el espejo para ver lo bien que lo tomaste. tus ojos se abren cuando hobie cierra el álbum ruidosamente, inclinándose sobre ti.
"¿Tienes ganas de recrear esa última foto?" sonríe mientras sus manos encuentran el camino entre tus muslos.
