Dos

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Jeon Jungkook el admirado y aclamado primogénito del rey Jeon era un Omega.

Su desgracia se concretó a los once años cuando se presentó con ese intenso olor a fresas y miel. No podía creerlo, cada persona que conoció le aseguró que sería alfa. La sangre de los Jeon estaba llena de linaje alfa, había registro de solo tres omegas en ocho generaciones y ninguno macho como él. Sus dos hermanos menores eran alfas.

Quizá la vida no era tan perra con él ya que justo el día de su presentación se había quedado dormido en la habitación de su madre, algo impropio y poco frecuente o de esos despistes que se agradecen. La luna Jeon comprendió el riesgo al que se enfrentaba su hijo y se encargó de cubrirlo hasta de su rey bajo riesgo de muerte. Jungkook fue recluido varios días en sus aposentos alegando una infección virulenta altamente contagiosa y cinco meses después fingió su presentación como alfa con el auspicio de su madre que lo ayudó a representar su papel.

La Omega reina Eunmin al conocer la casta de su primogénito se encargó de encontrar a los mejores sanadores de todo el reino en tiempo récord, personas con maestría en la manipulación de brebajes y plantas medicinales. La soberana conocía algunos para suprimir el olor del lobo y otros detalles, pero no tenía claro cómo camuflarlo por completo, fueron meses de ensayo y error, en los que se aseguró de proteger a su cachorro. Lo cuidó alegando que era un mal propio de la zona donde su familia provenía por lo que ella era la única que lo podía atender. Jungkook volvió a interactuar con otros hasta que su madre se aseguró que la esencia de su omega no se notaba.

Para lograr lo anterior, casi que desde el día dos de su presentación Jungkook fue sometido a un entrenamiento para lograr el control completo de su lobo. La luna Jeon lo hizo con la esperanza de que lograra hasta modular la intensidad de su aroma. Fue muy complejo ya que debían cambiar frecuentemente de instructores para que no se percataran del segundo género de su hijo, la madre del príncipe tenía perfectamente claro que "un secreto entre dos no era secreto". Ella era la única que daría la vida por la integridad de su cachorro, no quería verlo repudiado por su condición, nadie se casaría con un regente que al concebir tuviera la posiblidad de morir, el único valor que tenía como omega se le fue arrebatado y eso lo sentenciaba. Eso sin mencionar que como omega se lo imposibilitaba de recibir el trono.

Jungkook por su parte lloró amargamente la noticia, luchó y repudió a su lobo hasta que entendió que siendo su amigo llegaría al control que necesitaba de este para no revelar su segundo género a nadie.

Llegó a extremos como usar a dos alfas condenados a muerte para que rigieran sobre él y tratar de resistir la temida voz de mando, está ardía en cada parte del cuerpo y el espíritu. Era como una daga clavándose en el pecho. Después de lágrimas y bastantes dosis de dolor Jungkook logró al menos suspender el efecto de esta pasado un tiempo más corto que el promedio porque por su naturaleza difícilmente se podía resistir.

También entrenó hasta casi desfallecer. Para poder alcanzar un desempeño en un inicio similar a los alfas fue menester entrenar casi el doble de tiempo que estos, realizándolo en la noche, comprometiendo sus horas de sueño.

Entre su madre y él hubo una moderada discusión ya que ella le dijo que era más fácil tomar el camino del erudito para camuflar a su lobo omega, Jungkook contaba con gran talento para la reflexión y la poesía, pero el chico se negó porque por ese sendero terminaría siendo más fácil ver su segundo género. Optó entonces por el último camino que un omega tomaría, la lucha y la defensa.

Al príncipe le costó mucho más que al resto alcanzar un nivel aceptable, pero no sé rindió, debido a su comprometido entrenamiento su cuerpo adquirió unas proporciones mucho menos delicadas de lo que era el “estándar” para alguien de su casta, a razón de su comunicación constante con el espíritu de su lobo, logró desarrollar una agilidad y agudeza de sentidos que terminaron por compensar la falta de fuerza y hacerlo ver cómo alguien excepcional en el combate, una heroicidad que “jamás sería alcanzada por un omega”, era entonces la fachada más sólida con la que el futuro soberano contaba.

Limerencia. [Vkook] Omegaverse.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora