Sentado en la terraza del jardín con una copa de vino tinto en mi mano derecha y la invitación de Fabbri en la izquierda, me encontraba contemplando la posibilidad de asistir al evento.
- Pero qué demonios haces sentado aquí Tae el evento empieza en dos hora - veo como Jungkook se acerca hasta quedar aún lado mío
- Mentiría si digo que tu presencia es una agradable sorpresa, pero no es así - giro mi cabeza hacia jungkook con el ceño ligeramente fruncido - pierdes tu tiempo la respuesta sigue siendo la misma… no asistiré -
- ¡Por favor! sabes que te mueres por verla, y hoy es tu oportunidad incluso podrían hablar -
A quién quería engañar, realmente deseaba verla, después de contemplarlo por unos segundos suelto un suspiro y finalmente accedo ir a la exhibición.
- Excelente, vamos date prisa Taehyung que partimos en 40 minutos y definitivamente te urge una buena ducha -
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La noche era de lo más agradable y el Art Gallery acogía a las personas más influyentes y los medios de comunicación más importantes en Corea que se reunían con motivo de la exhibición del maldito Fabbri.
- ¡Mierda! - solté mientras veía el cuadro delante mío
- ¿Acaso no le gusta el cuadro? -
- Todo lo contrario, el cuadro es exquisito… y eso es lo que más me enfurece - giro mi cabeza para ver a la fémina que estaba a mi lado
Una trigeña bastante bella y un maquillaje sutil que dejaba ver el leve destello de pecas en su rostro y que resaltaba sus bellos ojos verdes; llevaba un vestido estilo bohemio que sorprendentemente daba un contraste con el evento y se mezclaba con tal fluidez. Giro por con completo mi cuerpo para quedar frente a ella.
- Por tu acento, puedo notar que no eres de por aquí -
- Es usted muy observador, es la primera vez que visitó Corea, soy italiana -
- Así que… me imagino que debe conocer al artista, he escuchado que es baste famoso en su país -
- Es correcto, lo conozco bastante bien… incluso podría decirse que somos uno mismo - dice la trigueña con una sonrisa juguetona en su rostro
¡Imbécil!
- En ese caso, me parece que lo correcto es presentarme, Kim Taehyung un placer -
Extiendo mi mano y ella responde tomándola amigablemente.
- Ahora lo entiendo… las fotos no te hacen justicia - dice mientras pasa sus ojos en mi
- ¿Disculpa? - digo con algo de confusión ante su comentario
Negó ligeramente con su cabeza
- Mr. Kim si me disculpa tengo que retirarme, un gusto cruzar palabras con usted -
Acto seguido la trigueña gira levemente sobre sus tobillos y se aleja de mí dejándome aún más confundido ¡qué fue eso!
- Wow Kim, yo pensé que lo primero que harías al llegar al evento es buscar a la pequeña Park, pero te encuentro platicando con alguien más, no dejas de sorprenderme - dice Kook mientras se posiciona a lado mío
- Te equivocas Jungkook -
- ¿Enserio? Entonces puedo saber quién es esa exquisita mujer - me pregunta con notable interés
- No lo sé - dije mientras encogía los hombros
- Vamos Taehyung, no me la pongas difícil y dime su nombre - decía Jungkook a modo casi de súplica
- Es verdad, no se como se llama, cruzamos unas cuantas palabras y cuando me presente sonrió para después dejarme solo -
- Mmm… interesante -
Pude ver como la cara de Jungkook tomaba un semblante de seriedad reflejando un notable interés, pues le encantaba el misterio y aquella mujer acababa de colocarse cómo la prioridad de la noche lo que sin duda me resultaba algo extraño, pues teníamos escasos 20 minutos de estar en el evento y Jungkook ya había decidido que esta noche tendría a una trigueña en su cama.
Ahí estaba yo con Jungkook, no habían pasado siquiera 10 minutos, cuando escucho como una voz llamando la atención de los presentes, giro y mi corazón se detiene… Ruby, mi Ruby.
Llevaba puesto un hermoso vestido Channel color rosa pastel que extrañamente hacía juego a la perfección con mi traje gris oscuro Dior y que la hacía lucir hermosa. Un año, un año desde la última vez que nos vimos, desde que la dejé en el pent-house de Jimin con el corazón destrozado.
Flashback
<< Por un demonio Ruby entiéndelo, sin duda disfruto de tu compañía, pero…
¡Mentira! Porque no lo aceptas Taehyung - decía Ruby que acariciaba tiernamente mi rostro con lágrimas rodando por sus mejillas - accetta che ti amo (acepta que te amo) y que tú también sientes lo mismo -
Lo siento preciosa - decía alejando sus manos de mi rostro - pero como ya lo he dicho no hay un nosotros, podría decirse que te tengo cariño, ¿pero amor? ... estas muy equivocada >>
Un cretino, así es como me porté con ella aquella noche y todo por miedo, miedo a aceptar aquello que sólo ella había podido despertar en mí.
Cada maldita vez que me acercaba al fuego, que experimentaba un nuevo sentimiento con el roce de su piel, de sus labios sobre los míos, de su voz, su dulce mirada, su compañía; corría a los brazos de mi rubia preferida Anne o cualquier otra mujer que me hiciera olvidar, que me ayudara a negar que estaba perdidamente enamorado de Ruby ¡pero qué imbécil!
Seis meses fue lo que le llevó a aquella pelirroja robarme el corazón, nunca pusimos una etiqueta a lo que teníamos, pero era más que obvio a los ojos de todos que ella era mía y yo… bueno… Yo trataba de ser lo suficientemente discreto para que Seulgi o Jimin no se enteraran que Runy no era la única que frecuentaba, pues antes sus ojos era evidente mi interés y devoción por ella.
Por otra parte, mi aparente “relación” con Ruby causó un gran impacto en casa de mis padres. Mi madre no perdía oportunidad cada vez que nos reuníamos de expresarme su deseo de que contrajera matrimonio, mientras que mi padre se limitaba ocasionalmente a mencionar lo bien que me haría formar una familia; por lo que al enterarse de mi cercanía y aparente "exclusividad" con la hija de los Park los tenía encantados y cómo no iban a estarlo si ella era hermosa de tantas formas posibles.
Jungkook por otra parte sabía a la perfección lo que pasaba y no precisamente porque compartiera con lujo de detalle la relación que tenía con ella, pues como ya lo he mencionado nuestro nivel de complicidad en esos temas estaba fuera de discusión.
Las ocasiones que accidentalmente hablábamos sobre el tema él solo se limitaba a recordar aquellas palabras que me dirijo en el baile de caridad de los Thompson "no cometas una estupidez". Ruby por otra parte sabía perfectamente que veía a Anne pues la misma rubia se encargaba de hacérselo saber cada vez que nos veíamos. Anne y yo no éramos más que simples compañeros de cama, lo que quedó muy claro desde un principio y era justo lo que necesitaba en esos momentos; que el fuego del deseo consumiera la llama del amor que amenazaba lentamente con apoderarse de mí hasta consumirme por completo.
El sonido de un flash de un camarógrafo que se encuentra a lado mio, logra traerme de regreso al evento.
- Así que les pido un fuerte aplauso para alguien que además de ser alguien muy importante para mí, es el artista de esta noche… con ustedes G. Fabbri - dice una alegre Ruby
¡Pero qué demonios! acaso se trata de una broma.
