Capitulo 10: Impedimento

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Eros

Apenas abro los ojos lo primero que veo es a Medea dormida con la cabeza apoyada en mi pecho, me quedo un rato viendola hasta que se despierta.

-Buenos días-la saludo empero ella no contesta solo me mira fijamente por un momento hasta que se giró para ver la habitación y luego me miró otra vez.

-Mierda.

-¿Que sucede? No te hice nada si eso te preocupa.

-No es eso el problema es que tus empleados no pensaran lo mismo.

-¿Y cuál es el problema?

-Que eso afectará mi reputación-me explica como si la fueran a acusar de un crimen, entiendo que la reputación de una mujer se puede dañar por este tipo de cosas pero no pensé que a ella le importe demasiado.

-Mira el lado bueno mi padre tiene que dejar que yo me case contigo si piensa que paso algo entre nosotros- mis palabras no parecen hacerle mucha gracia porque se levanta de la cama rápidamente.

-¡Se me olvidó ir a ver al emperador ayer!

-¿Y para que lo querías ver?

-Para decirle que no acepto su propuesta.

-Entonces te acompaño para avisarle que nos vamos a casar-le propongo mientras me levanto de la cama y me acerco a ella.

-Está bien, vamos- la detengo agarrándola de la mano y la guío hasta la cama para que se siente.

-Primero haré que nos traigan el desayuno y te traigan ropa para que te cambies.

-No necesito comer y me puedo cambiar después.

-No voy a aceptar un no por respuesta porque tienes que cambiar tu vendaje también así que de cualquier manera vas a tardar un rato.

-Quiero ir ya-niega y se corrige- Debo ir ya.

-Mi padre ni siquiera debe estar despierto todavía.

-Por eso quiero ir ahora porque después empezará con su itinerario-me explica, niego para después intentar negociar.

-¿Que tal si pido que desayunemos con mi padre pero a cambio te tienes que cambiar de ropa y la gasa?-ella lo piensa por unos segundos, me doy cuenta que es una mujer bastante terca pero eso es un poco tierno.

-De acuerdo-a penas acepta mando a llamar a mi secretaria para que se encargue de todo, después de que le limpian la herida y le cambien la gasa le traen unos vestidos para que escoja.

-Muchas gracias ya pueden retirarse-le ordena pero las sirvientas me ven.

-Hagan lo que ella dice-al oír mi orden todas salen rápidamente, Medea sonríe al escuchar mis palabras. Yo me había cambiado en el baño mientras le hacían la cura pero ella en cambio se quedó en la habitación, se quitó el vestido sin dirigirme la mirada ni una vez y se tomó su tiempo para decidir entre los vestidos hasta que volvió al primero que había visto, se que lo hizo a propósito y al parecer ella apenas había empezado ya que se levantó de la cama con el vestido en una de sus manos luego se dirigió hacia mi dandome una buena vista de todo su cuerpo.

-¿Me puedes ayudar a ponerme el vestido?-me pregunto como si nada, yo no le iba a demostrar que había logrado un efecto en mi.

-Dos pueden jugar pero me pregunto ¿Quién aguantará?- le susurro cerca de su oído y tomo el vestido.

Es un vestido azul oscuro sin mangas que hace juego con mi ropa, acerco a Medea a una pared lo que la deja confundida.

-¿Que haces?-pregunta fingiendo inocencia.

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