Part 1

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Yibo no era un simple sirviente. Tampoco era un amigo. E incluso llamarle amante no era suficiente. No parecía haber palabras para describir su relación... él era su alma, su vida, su amor para toda la eternidad. El hombre que le hizo comprender lo que era la felicidad y el que hizo que Xiao Zhan sintiera el amor por primera vez. Era más hermoso que en los libros románticos, que las jóvenes doncellas compraban en segundos, sólo para sumergirse en el mundo de los sentimientos reales. Y estando estupefacto por este "libro" de amor, olvidó por completo que incluso la historia más feliz tiene su final. Pero por desgracia... al parecer el Cielo pensó que él no merecía mucha felicidad...

Aún recuerda el día de hace dos años en que recibió órdenes del Palacio Imperial de dirigirse a la Capital Occidental para proteger la ciudad del avance de los guerreros del Imperio Lee. Como General del Ejército de la Capital, partió en primer lugar para cumplir las exigencias del Emperador y llegó a su destino en dos noches con su gente. Resultó que la situación en la ciudad dejaba mucho que desear, y si se hubieran retrasado siquiera un día, no se habría podido salvar ni un alma viviente. Fue el comienzo de la guerra con el Imperio Lee, en la que resultó gravemente herido, pero a pesar de ello, junto con los demás pudo salvar una ciudad entera y luchar contra los enemigos. Expulsarlos de la ciudad y hacer que todos los que fueran capturados por ellos respondieran de sus pecados, pues ni siquiera perdonaban a mujeres y niños. Tras varios días de batalla, el cuerpo no pudo soportar más semejante carga y el general Xiao perdió el conocimiento, tras lo cual permaneció inconsciente durante tres días. La gente común respiró aliviada, porque se habían salvado, pero también estaban preocupados por la salud de su salvador…

Xiao Zhan recuerda cómo al fin, tras un largo sueño, abrió los ojos y vio a su gente, que asustados lo rodeaban, preguntando al curandero por su bienestar. Pero resultó que lo malo no quería terminar... El príncipe Gu, que también había llegado con ellos unos días antes, le comunicó las malas noticias. Su ayudante había sido encontrado muerto en sus aposentos por una de sus criadas, y al enterarse de esta noticia, el Emperador envió hombres para organizar un funeral y enviar al ayudante general al otro mundo con todos los honores...

Y fue como si el mundo entero se detuviera en ese momento. Y ni siquiera las heridas que había recibido en el campo de batalla podían doler tanto como esto. No podía creer, no podía aceptar tal realidad, donde ya no estaba su Yibo. No... era imposible.

Aún recordaba haberse enfadado y haber destrozado todo lo que había en su habitación, intentando encontrar al menos una respuesta a todas sus preguntas. ¿Por qué? ¿Quién se había atrevido? ¿Cómo había sucedido? Se volvió hacia sus hombres para que le ayudarán a encontrar la respuesta, pero ellos sólo bajaron la cabeza en silencio, incapaces de decir nada...

Aún recuerda las palabras de boca del príncipe Gu "sólo es un sirviente" y recuerda cómo quiso decapitarlo por decir eso en un segundo...

Recuerda las palabras de la criada que le contó entre lágrimas lo que había visto...

Recuerda buscar respuestas a todo esto...

Y todas las pistas que se encontraron entonces apuntaban al palacio. En un intento de vengar a su amado, empezó a deshacerse de todos los implicados en la muerte de Yibo. Y ni siquiera el Príncipe Gu pudo escapar de tal destino...

Pero Xiao Zhan no entendía... entonces no entendía de qué se trataba. Y la búsqueda de respuestas a sus preguntas, que no había cesado hasta el día de hoy, estaba dando sus frutos y ahora sabía por qué se había hecho todo. Wang Yibo... era el hijo del anterior Emperador, que había sido encontrado muerto en sus aposentos de la misma manera. El Emperador destruía a cualquiera que pudiera traer algún riesgo al trono...

Si hubiera sido la voluntad de Xiao Zhan, habría irrumpido en palacio ese mismo día y le habría hecho lo mismo que a su amado. Pero todo necesitaba tiempo...

Llegaría el momento de la venganza. Llegaría el momento del ajuste de cuentas. Cuando todos aquellos que se atrevieron a tocar a Yibo tendrán lo que se merecen. Suplicarán piedad por sus miserables vidas... el momento llegará.

Pasaron dos años, y la ira de Xiao Zhan se hizo más y más fuerte. Durante este tiempo, fue capaz de encontrar a sus aliados que estaban dispuestos a ir junto con él en tal movimiento. Uno de ellos era Li Qin, que también tenía sus propios rencores contra el Palacio Imperial y soñaba con vengar a sus seres queridos...

Y ahora Xiao Zhan entendía... pronto tendría su venganza. Pronto... él también vería a su Yibo. Todo lo que quedaba era un poco de paciencia…

WANG JIE Where stories live. Discover now