Arriésgate Conmigo. (9° SAP)

Capítulo 2.

Faith.

Mi cuerpo dolía, mi corazón estaba destrozado y la insoportable migraña no dejaba que ni respire. Acomodé mejor mi cuerpo en la cama observando que tenía a Ellie a mi lado que me miraba con cierta preocupación. Solo me giro para no mirarla, no es momento para conversar y tampoco no tengo idea de como hice para llegar a casa, seguro Dylan lo hizo porque si recuerdo que escapé con él.

Son de esas noches que uno quiere olvidar.

Tengo una mala suerte para el amor, parece que solo debo ser de esas chicas de encuentros casuales y que jamás tendré esa historia de amor que tanto deseo. Sin dudas tengo malas decisiones con los hombres, el primero del que me enamoré solo me veía como su amiga, nunca avanzo más de ahi y de hecho sigue siendo mi mejor amigo hace muchos años, luego llegó Kenneth, con él caí en caída libre que no me di cuentas de tantas cosas.
Ninguna mujer está preparada para saber que vivió una farsa gran parte de su relación y todo lo que uno idealiza con esa persona se derrumba delante de una, sin vuelta atrás.

Fui una tonta.

Nunca debí confiar en él.

— No — jadeo al sentir las náuseas.

Salto de la cama en dirección al baño y me arrodillo para vomitar todo lo que tenía en mi estómago. Ellie viene detrás mío levantando mi cabello, además que me acaricia mi espalda mientras sigo largando hasta mi corazón en ese retrete.

— ¿Mejor? — pregunta mi hermana.

— Necesito una larga ducha — murmuro.

Ella lo entiende a la perfección, suspirando cansada lavo mis dientes y enjuago varias veces mi boca tratando de eliminar los rastros de esa sensación agria. Quito mi ropa, para meterme a la ducha un largo tiempo, me niego a volver a llorar.

Kenneth no merece mis lágrimas.

Mi labio inferior tiembla, ahogo un grito y niego mi cabeza, una familia, una hermosa familia tiene el desgraciado. Por lo que dijo Dylan anoche no soy la única, hay más y más hijos ilegítimos en el mundo.

¿Con qué clase de hombre estuve tanto tiempo?

Debo ponerme un cartel que diga la más estúpida del mundo.

Quiero olvidar todo y para hacer eso debía ponerme a trabajar, eso mantendrá mi cabeza centrada en otra cosa que no sea Kenneth y su engaño. La despedida de Inzie y Sasha estaba cerca, es eso lo que necesitaba para olvidar un par de horas mi mal de amores.

— Toma — dice Ellie cuando llego a la cocina.

Mi hermana me da un zumo de pomelo acompañado de una pastilla para el dolor de cabeza.

— Gracias, Ellie.

— ¿Qué te sucede? — indaga.

— Deje que alguien juegue con mi corazón y lo destroce. El amor es una completa mierda ...

No puedo hablar más, siento tantas ganas de llorar que no puedo continuar.

— No tienes que decir nada más — murmura para venir abrazarme.

— No dejes que me vuelva a enamorar — le pido.

— A veces eso es imposible, Faith.

— Menos mal que Dylan estaba a mi lado, sino hubiera cometido una locura — comento suspirando.

Sino fuera por mi mejor amigo  todo hubiera terminado en un desastre.

— Debes hablar con Dylan, después de anoche y tu borrachera siento que puede ser muy incomodas las cosas entre ustedes...