Capítulo 78 El regalo

1.2K 76 2
                                    

En silencio, Carlos metió a Debbie en el auto, le puso el cinturón de seguridad y cerró la puerta antes de caminar hacia el asiento del conductor, pero ella se rehusaba a quedarse en el coche. Debbie quería salirse, así que desabrochó el cinturón de seguridad apenas Carlos entró, pero las puertas estaban cerradas con seguro.

Ninguno de los dos dijo una palabra sino hasta cinco minutos después. —Si estás enojada por Megan, trata de no estarlo —Carlos finalmente rompió el silencio.

Sin embargo, Debbie no respondió, ignorándolo, cerró los ojos y se colocó en una posición más cómoda, ella necesitaba descansar.

Carlos la miró y frunció el ceño, 'Esta mujer es un dolor de cabeza, ¿Qué se supone que debo hacer con ella?', se preguntó.

Tan pronto como el auto se detuvo en el garaje de la villa, Debbie saltó y se apresuró a entrar en su habitación, rápidamente cerró la puerta desde adentro.

Carlos deseaba hablar con ella, así que la siguió escaleras arriba y empujó la puerta de su habitación, pero se dio cuenta de que estaba cerrada con llave, durante varios minutos se quedó allí tocando pero ella no respondió. Así que una vez más intentó girar la perilla a la fuerza, pero fue inútil. Frustrado, miró su reloj, ya pasaban de las 3 de la madrugada para ese entonces. 'Debería dejarla descansar ya, con suerte estará de humor para hablar cuando se despierte por la mañana', pensó él con resignación.

Sin embargo, de vuelta a su habitación, Carlos no podía dormir por estar pensando en el asunto, entonces llamó a Damon y le contó lo que había pasado después de la fiesta, esperando que él lo ayudara a descubrir qué había provocado el enojo de Debbie. Pero Carlos no contempló algunos detalles que pensó que no importaban; por ejemplo, no mencionó que él y Megan se quedaron en la misma habitación durante mucho tiempo, que Megan tomó el asiento del pasajero y que él la ayudó con algunos problemas de matemáticas después de que la había acompañado a su apartamento.

Al oír esto, Damon también se quedó perplejo. —¿Alguien la ofendió en la isla? Carlos lo negó con la cabeza. —Obviamente tiene algo que ver con Megan, sólo que no sé qué es.

Él aún recordaba lo que Debbie le había gritado cuando salió del apartamento de Megan.

—Oh, entonces ella debe haber malinterpretado tu relación con Megan, está celosa pero creo que ustedes dos estarán bien después de que le expliques todo.

—Ya lo hice, le dije que Megan era una niña que Wesley y yo habíamos adoptado juntos.

—¿Y entonces? —preguntó Damon.

Carlos se quitó la camisa y la aventó a una cesta. —Cuando llegamos a casa, ella seguía enojada, se fue directamente a su habitación y se encerró. —A Damon le divertía ver cómo una chica como Debbie podía intimidar a cualquier hombre, cómo le daría a un casanova como él y Carlos el CEO, noches de insomnio, esto lo rebasaba. Sin embargo, aquí estaban, despiertos, en el teléfono en medio de la noche analizando por qué estaba enojada.

El problema era que ni siquiera Damon, un mujeriego, podía entender por qué Debbie estaba enfadada, así que comenzó a sacar conclusiones al azar. —Tal vez sólo está siendo irrazonable, quizás es muy posesiva o es tan posesiva que se vuelve irrazonable —Carlos realmente no sabía cómo responder a eso.

—En realidad, amigo mío, la solución más simple y efectiva es hacer el amor hasta que ella aprenda a perdonarte —de hecho, Damon estaba hablando por sí mismo, eso era exactamente lo que él había hecho con la mujer que amaba y le había funcionado.

—Ella sigue siendo una niña —respondió Carlos.

A Damon le tomó mucho tiempo darse cuenta de lo que quería decir con eso, pero cuando lo hizo, saltó de la cama y preguntó con incredulidad: —Vamos Carlos, ¿quieres decirme que Debbie y tú nunca han estado juntos?

respira contigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora