Capítulo 18.

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Ludovica sabía. Sabía que aquel suceso tarde o temprano pasaría. Solo que no pensaba que tan pronto llegaría el momento de comenzar a despedirse de su cabello.

Las cosas estaban pasando demasiado rápido. Sentía que vivía en otra realidad, quería volver a la suya.

No era simplemente su caída de cabello la razón de su sufrimiento. Una recaída de emociones se apoderó de ella, recordó el día en que le dieron la noticia, cuando recibió su primera quimioterapia. Después pensó en el momento en que ella tuviera que despedirse de sus amigos, de su familia. Le aterraba irse sin cumplir sus sueños.

Lia prefiero dormir con su hermana mayor esa noche, quería darle un poco de calma aunque a decir verdad, ella también moría del miedo.

—Vica, ¿estás dormida? —cuestiona la pequeña tocando el hombro de su hermana.

—Sigo despierta —Ludovica responde sin darse vuelta. Seca sus lágrimas— ¿Qué sucede?

Lia piensa unos segundos lo que saldrá de su boca— Tengo miedo de perderte —finalmente se anima a decirlo.

Ludovica cierra sus ojos tratando de contener sus sollozos— No me vas a perder —respira antes de girar en la cama para quedar frente a ella.

—¿Me lo prometes? —eleva su dedo meñique.

—Te lo prometo —une sus meniques para sellar la promesa.

—No hace falta que le digas algo a Bill —habla Lia después de un rato de silencio.

—Creo que se lo diré

Lia la mira sorprendida― ¿Qué crees que suceda cuando se entere de tu enfermedad?

―Solo espero que no quiera dejar Harvard ―Ludovica cruza sus dedos―, pero como sea, primero se lo diré a Sahar.

—No creo que ella es la indicada para saberlo primero —crea una mueca—, se lo dirá a toda la escuela.

―Mejor, matamos un pájaro de un solo tiro ―Lia ríe― Sahar mantendrá mi secreto. Ella también sabe lo de Bill y aún no le ha dicho nada.

—Sahar cada vez que puede le grita a Bill que estás enamorada de él, otra cosa es que Bill este demasiado tonto como captar lo que trata de decirle.

Ludovica suelta una pequeña risa y Lia se enorgullece por eso, le había sacado una sonrisa a su hermana.

—Bill es demasiado tonto —repite Ludovica.

—Sí que lo es, se pierde de estar contigo.

—Es mejor así, Lili.

—¿Por qué lo dices?

Ludovica relame sus labios antes de hablar— Le confieso a Bill que estoy enamorada. Esto nos lleva a dos escenarios; el primero, el cual puede ser el más probable, me dice que él no siento lo mismo por mí y que solo me ve como una amiga ―Lia la mira atenta―, yo me deprimo y creo que eso vendría a afectar mas todo esto del cáncer ―Ludovica suelta un suspiro antes de continuar. Últimamente se cansaba al hablar mucho―, el segundo escenario, mas fantasioso, sería que él me dijera que de igual manera está secretamente enamorado de mí, ¿y luego qué? ¿Somos novios?, no sé cuánto tiempo estaré aquí y cuando me vaya lo dejare mal.

Leucemia | bill kaulitz. Where stories live. Discover now