ESCONDIDO EN LAS SOMBRAS

CAPITULO 14

Jacob

Edward ha estado en silencio desde la hora
que salimos de casa. Se que Bella es algo complicada en nuestras vidas aunque huir nunca es la mejor opción.

A menos que seas humano y estás en medio del bosque solo. Pensándolo bien, hay otros
momentos en los que huir es la mejor
opción.

Pero no en este caso. Tu risa me trajo al presente haciéndome dar cuenta de que ya estábamos en Port Ángeles. Si fuera humano, ya estaría muerto. por la forma en que conduces.

Detiene el auto frente a un
hotel lujoso. Entramos y la chica de la
recepción pregunta si tenemos reserva
y para mi sorpresa dijo que sí. Ella nos entrega las llaves y subimos a la habitación. Claramente él no estaba huyendo.
¿Cuando? Después de salir con Seth.
Sonreí abrazándolo, así nos quedamos por un tiempo.
Hoy soy todo tuyo. me alejo y lo miro serio.
¿Y los otros días?
Yo también soy tuyo en los otros días es solo que... deja de hablar cuando se da cuenta de que estaba bromeando.
Empiezo a reír y me acerco a él besándolo
responde al beso preguntando si pasa con la lengua, tus manos recorren mi cuerpo
caricias llenas de deseo la dificultad para respirar me hace alejarlo, comienza a darme una señal de besos y ligeros mordiscos en mi cuello me mira sonriendo
antes de besarme de nuevo, y toma su mano sobre mi pene y apretandolo sobre la tela de los pantalones cortos. A me hace  gemir en su boca.

Me quita la camisa y luego mis shorts y ropa interior empujandome a la cama.
Él distribuye besos por todo mi cuerpo hasta llegar a mi pene que lo besa antes de llevárselo a la boca y comenzó a chupar
solo sé gemir.

"¡Está muy bien!"
Y... voy a disfrutarlo digo sin aliento me mira con una sonrisa malicioso antes de tomarme entero en la boca y aumentar la velocidad eso fue demasiado para mí. A mí
me derritió en su boca, el me besa antes de alejarse y quitarse la ropa, me da dos dedos para que yo los chupe. Que hago sin quejarme. Sacó sus dedos de mi boca y
los llevé a mi entrada. El pone el primer dedo y luego el segundo, moviéndolos gemí cuando el dolor es reemplazado por el placer. Cuando  cree bueno quitar los dedos dejo un sonido que denuncia escapar lo que te hace sonreír mientras metes tu pene
mi entrada. Él se pone encima de mí y espera a que me acostumbre a su invasión cuando me siento cómodo empieza a abastecerse, al principio lentamente hasta que no soporté y pedí más gimió
astuto cuando me golpeó
próstata. que fue un incentivo
para que se almacene con más fuerza
ese punto.
Solo gemí.
Disfrutamos juntos.
Nos acurrucamos en la cama con él.
acariciando mi cabeza
un rato y luego nos fuimos a tomar
baño.