Capitulo 2

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Una joven pelirroja sentada tomando una taza de café en la barra de una cafetería, pues ahí es donde trabaja uno de sus amigos, Noah.

Sadie es una chica pelirroja de la misma edad de Nick. Solo que ella es muy distinta a el.

En este momento ella no tenía en sus planes quedarse sin hacer nada, buscaba un trabajo pero no lograba encontrar alguno, parecía que estaba por darse por vencida y Noah siempre la escuchaba en esos momentos de desesperación. Y este es uno de ellos.

— Y ¿qué tal si intentas de mesera? — cuestionaba ingenuo su amigo, mientras que veía los empleos de un periódico.

La pelirroja bebió de su café y sin ninguna expresión en su cara contesto — ya lo intente, pero tire una copa de vino encima de una mujer bastante rica, la cual iba vestida de blanco. — volteo a mirar a su amigo.

Noah hizo una mueca y regreso su mirada al periódico — bien...eso está descartado — tachó ese empleo — ¿en un bazar?

— El hombre me vió entrar y me dijo que era una bruja... creí que eso ya había pasado de moda — nuevamente bebió de su café.

Su amigo no sabía que más hacer, pues era real que su amiga tenía mala suerte para los empleos. Continuaba leyendo, para ver si podía encontrarle alguno a Sadie, pero llegó una de sus amigas a la cafetería para visitarlos.

— Hola, Mills — saludaba alegremente Noah a su amiga.

— Hola chicos, sabía que los encontraría aquí a los dos — dejo su bolso de lado para sentarse ahí en la barra.

Sadie volteaba a mirar a Millie — ya es normal que me encuentren aquí, ¿Verdad? — tenía miedo de que la respuesta de sus dos amigos fuera un "si" pero en el fondo sabía que era cierto. — Saben que...mejor ni me respondan.

Millie ponía su mano sobre la de Sadie, para de alguna manera tranquilizarla, quería darle apoyo a su amiga — bueno y ahora ¿por qué que estás así? — preguntaba preocupada la castaña.

— No encuentra algún trabajo para ella — respondía Noah por ella a lo que la pelirroja lo miraba con odio — ¿Qué? Dije la verdad.

— Si, pero ¿a caso a ti te preguntaron? — el castaño no contesto nada — exacto, no.

Millie reía al ver que sus amigos discutían, como era costumbre de ellos. Desde que se conocieron siempre han existido las discusiones en esa relación de amistad, pero eso no quería decir que se odiaran, solo era porque así se llevaban ambos.

Noah le sirvió una taza de café a Millie y se la dejo en dónde ella estaba sentada. Quería seguir platicando con ellas pero su jefe lo había llamado, así que se fue y las dejo solo a ellas dos.

Millie tomaba su café pensando en como podía ayudar a Sadie pero lo no lograba, hasta que recordó que cuando venía para la cafetería choco con una chica y a esta se le había caído un pequeño anuncio en el cual decía que se solicitaba niñera, Millie lo había tomado pero la chica con la que había chocado le dijo que se lo dejara por si le interesaba.
Saco de inmediato la hoja de su bolso para mostrárselo a su amiga pelirroja.

— ¿Qué es eso? — cuestionaba Sadie mientras sostenía la hoja que le daba Millie.

— Es una larga historia, pero está este empleo, no dice cuánto pagan, ni a dónde ir, pero tiene un número de teléfono, si quieres podemos marcar y pedir información — al darle está noticia de un posible empleo a su amiga hizo que la pelirroja se sintiera un poco más mejor.

— Gracias, ahora toca intentar con este... — leyó mejor lo que decía la hoja y se sorprendió — Millie, ¿tu me ves como niñera? ¿Es enserio?

Millie se encogió de hombros — de algo a nada, inténtalo.

Sadie bebió todo su café que le quedaba y no le quedó más remedió que intentarlo, ya que más podía hacer ante su desesperación. Y no se sentía así por el dinero, eso era lo de menos, pero es el tipo de chica que no le gustaba quedarse solo en su casa, ella prefiere salir a hacer algo productivo, sobre todo para no estar en la empresa de su familia, pues decía que ella no quería intervenir en eso. Así que la única opción que tenía era conseguir otro trabajo o quedarse en la familia.

— Llama al número — Millie celebro al escuchar decir eso a su amiga.

De inmediato tomaron el celular para marcar al número que venía en la hoja y llamaron.
No tardaron en contestar, pero Sadie no escuchaba que es lo que le decían a su amiga, solamente escuchaba muchos "ajá" "si" "okay" "de acuerdo", hasta que terminó la llamada la cual fue muy rápido.

— Te presentas mañana a las ocho en punto, ser puntual, en la empresa de fragancias que está cerca de donde está tu departamento.

Sadie abrió los ojos como plato — ¿así ya?

— Si, fue todo lo que dijeron. Y obviamente en recepción preguntar por el jefe, se llama Nicolás Allen, con solo decir eso te llevarán con el y te dará información sobre el empleo.

Sadie saco su cartera para pagar su café — bueno, entonces mañana me presentaré. Gracias, una vez más.

Millie levanto su taza y después bebió de ella.

Sadie abrazo a Millie para después salir de la cafetería.
Mientras iba caminando se quedaba pensando en si podía quedarse con el empleo, pues si no lo hacía tendría que aceptar la oferta de su familia y eso no era una opción para ella, lo menos que quería era ser parte de algo más de su familia. Podría decirse que tuvieron algunos problemas y fue por eso que ella decidió salirse a vivir sola, y por eso mismo decidió ya no ser parte de la empresa.

Ahora solo quedaba esperar si es que tenía suerte con ese nuevo empleo, que aún no sabe si le conviene o no. Dice no ser buena con los niños, siente que apenas pude cuidarse ella como para que pueda estar cuidando de una mini persona. Esa es una de las razones por las que tampoco está en sus planes casarse o tener hijos.

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