Capítulo 22. Serás el primer chico de mi colección

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 POV Narrador

Los ojos de Genya se abrieron repentinamente, su respiración estaba agitada al recordar lo que le había ocurrido, intentó moverse pero no pudo miró intentando averiguar que era lo que no le dejaba moverse, sus brazos estaban esposados a los brazos de la silla, al igual que su cuello y el abdomen al espaldar, y las piernas en las patas delantera de la silla. Para saber donde estaba, como pudo miró hacia los lados y se asustó con lo que vio, había varias cabezas de chicas, además la misma pared era decorada por varias imágenes en las que se mostraba lo que Doma había hecho con cada una de esas chicas.


—¿Te gusta mi colección? —no pudo evitar gritar al escuchar la voz de Doma a su lado —deberías de sentirte afortunado, serás el primer chico de mi colección, tu cabeza se verá hermosa al lado del resto.

—Nemi te matará.

—Jajaja, puede que sí —mostró una sonrisa lasciva la cual asustó al menor —pero tú no lo verás.

—¿Vas a cortarme ya la cabeza?

—No Genya-chan —se acercó lentamente a él —al igual que todas, antes haremos varias cosas —se acercó a su oído —y serás tú quien me pida que te la corte —bien, ¿por qué podríamos empezar?, voy a preguntarte una cosita y quiero que me seas sincero, ¿vale?

—Vale.

—¿Eres virgen?

—Yo..

—Depende de lo que respondas, así me comportaré.

—Si...

—Sabes, por lo que oí de tu padrastro y de tu padre, pensé que tu culo ya había tenido dueño, pero dios, yo seré el primero —su mejillas estaba rojas, se sentía excitado solamente al pensar que nadie lo había hecho con Genya, mientras el menor sintió terror al verlo —solo hay algo que me molesta —acerca su mano a la cicatriz de su rostro, Genya no se movió, sabía que no podía huir —esa cicatriz, antes eras más hermoso —se alejó y se fue la puerta —espérame un poco más, voy a por lo necesario para empezar a jugar.


Fue a un mueble cercano y cogió una maquinilla para pelar y una tijera y salió de la habitación. En aquel lugar solo había tres habitaciones, una de las tres era de la que él había salido, otra era en la que Akaza había encerrado a Kyojuro y por último un pequeño baño con solamente el retrete y una ducha. Doma caminó hasta el baño y al abrir la puerta se encontró a Akaza bañando a Kyojuro.


—Akaza-chan, te he traído la maquinilla y unas tijeras.

—Dame las tijeras —dijo Akaza acercándole la mano y este se la dio—.

—¿Estás seguro que no quieres que lo haga yo?

—Kyojuro no se va a mover, ¿verdad? —el rubio solo afirmó con la cabeza —yo me ocupo.

—Vale, por cierto ¿tienes lubricante?

—¿Por qué?

—Genya-chan es virgen y quiero hacerlo varias veces antes de que pierda el conocimiento.

—Ve a mi habitación, allí verás un armario negro, allí tendrás todo lo que quieras.

—Perfecto, gracias, adiós Kyo-chan.


Salió del pequeño baño y rápidamente subió a la habitación del pelirrosa, fue al armario que le había indicado y al abrirlo no pudo evitar sonreír, tomó las cosas que él suponía que usaría y volvió a la habitación donde estaba Genya, pero antes de acercarse al menor dejó las cosas sobre la cama y ya después se dirigió al menor.


—Vamos a jugar —fue quitando cada agarré de la silla y justo cuando quitó la del cuello, el menor intentó huir, pero Doma fue más rápido y lo cogió del brazo —niño malo —con una sonrisa tiró del brazo con fuerza haciendo que este se saliera del hueso del hombro ocasionando un grito desgarrador del menor —no te creas mejor que yo, había ido por lubricante e incluso he cogido condones para ayudar a no incomodarse, que equivocado estaba.


Comenzó a desnudar a Genya sin cuidado en no dañarlo o no romper la ropa que portaba, cuando estaba completamente desnudo lo empujó contra la cama y comenzó a desnudarse, al estar su cuerpo desnudo al igual que el pelinegro se subió en la cama y sin pensarlo dos veces agarró fuertemente a Genya por la cintura y se lo acercó haciendo que su miembro comenzara a entrar en el menor.


—¡No! ¡Por favor! ¡Sácalo!

—Eso no pasará —apretó más aún si era posible su agarre, y se introdujo completamente dentro de Genya, ocasionando que un desgarrador grito saliera de los labios del menor —ahora que lo pienso, tu sangre servirá como lubricante —sin esperar a que los gritos de Genya disminuyeran, comenzó a moverse rudamente—.

Genya al sentir que cada vez tenía menos control sobre su cuerpo solo pudo cerrar sus ojos y soñar que su hermano aparecería y lo sacaría de aquel lugar. Tras unos siete minutos Doma se corrió dentro de Genya, esto hizo que el moreno no pudiera más y quedase inconsciente, al salir Doma no pudo evitar sentirse excitado al ver la mezcla entre la sangre y el semen que salía del pequeño agujero.


—Pobre chico, no ha podido aguantar, esperaré a que despierte para continuar con el siguiente juego —acarició el cabello de Genya y lo esposó a la cama para después coger su ropa e ir a la panta de arriba para ducharse—.


Continuará...

Eres mi musaWhere stories live. Discover now