3. Mi procesador explota

51 11 6
                                    

—Vaya, sí que eres rápida —bromea Phoebe, viendo que todas mis cosas ya estaban acomodadas en sus lugares designados.

—No quería dejar todo desordenado —respondo con un ligero encogimiento de hombros.

También está la cosa de que no podré estar tranquila hasta ver todo en orden, así que era mejor acomodarlo todo antes de tener una crisis.

—Ya veo.

Dejo ir una pequeña risa, su cara de impacto era graciosa. 

Miro a través de la ventana que está prácticamente pegada a mi lado derecho, entre la pared y la cama no había mucha separación. Se veía el ahora vacío jardín de entrada iluminado por las luces que bordean el sendero de grava, unas farolas de luz blanca que lo hacía ver todo un poco tenebroso, en gran parte por la soledad.

—¿Por qué no te quedaste con este lado de la habitación? —le cuestiono, girando la cabeza a verla—, tienes la ventana a tu lado, la vista es muy guay, claro que también da un poco de miedito, pero guay a fin de cuentas.

Phoebe finge una sonrisa jugando con el dobladillo de su frazada.

—Sí, es guay pero... no me gusta.

—¿Por qué?

Vale, puede que esté siendo un poquito entrometida, pero quería conocerla ya que sería mi compañera de cuarto el semestre restante, no quería dormir con una desconocida amante de las bandas. Este semestre escolar será de cambios para mí, tenía que ser más sociable.

—No se lo digas a nadie, ¿Vale? Ni siquiera a Nyl y Percy —asentí, Phoebe suspira pesada—. Es que... le tengo miedo a las alturas. Creo que si duermo en ese lado mi mente podrá pensar que si doy un giro en la cama caeré a la grava más abajo y que moriré.

Hice una mueca arrugando la nariz.

—Tu mente es un poco...

—¿Sangrienta? ¿Pesimista? —sugiere, formando una pequeñísima sonrisa—. Sí, lo sé. Lucho con ello todos los días.

Vuelvo a ver la ventana que estaba cerrada, el jardín seguía vacío y tenebroso. En una milésima de segundo mi imaginación recreó el escenario que dijo Phoebe, vi mi propio cuerpo vuelto un panqueque en la entrada más abajo. La vista de pronto dejó de ser tan agradable.

—Pero tranquila —agrega ella, como si supiera lo que su reciente declaración había causado en mí—, ese vidrio es muy fuerte, así que no se romperá si das un giro sobre el colchón.

Bueno, algo es algo.

—Cuéntame algo de ti, Polet —Phoebe se acomoda en su cama, mirándome interesada.

—Bueno, ¿Qué quieres saber?

—Hum... —piensa torciendo los labios—. ¿Son tu familia? —ella señala la foto que reposa en la mesita de noche.

Ahí estábamos todos: mamá con su resplandeciente sonrisa, papá junto a ella, solo sonriendo de lado, yo era más pequeña así que estaba en medio de todos, al lado de papá estaba el abuelo, sonriendo feliz a la cámara.

Era una foto como de hace cinco años, antes del divorcio de mis padres. Habíamos ido a una visita sorpresa al abuelo en su casa en la reserva de Tahlequah. Había hecho un calor tremendo, pero aún así yo estaba feliz por haber ido a visitar a mi abuelo. Fue una de las mejores visitas de todas.

—Sí, mi mamá, mi papá y mi abuelo.

Phoebe se estira en su cama para ver mejor la fotografía.

—Oye, no te ofendas, pero tu papá es lindo. ¿Están casados todavía tus padres?

A Través De Mis Ojos Where stories live. Discover now