La Profesora Lisa (Jenlisa)

Capítulo 53

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Baje las escaleras y me fui a la puerta que llevaba al garaje, donde se encontraba mi novia.

La mire, pero ella no había sentido mi presencia. Me recargue en el marco de la puerta, ella volteó y sonrió. Se acercó a mi y me tomó de la cintura.

-Te ves preciosa, mi amor.- susurró, para luego tomarme de mis mejillas y acercar nuestros labios, en un beso suave y lento.

Nos separamos cuando nos hizo falta de aire.

-Lily...- subí mis manos a su cuello.- ¿qué tal si regresando... hacemos algo?.- le pregunté, ya tiene días que no tenemos privacidad y extraño tenerla a mi lado mientras hacemos el amor o tenemos sexo. Ella me miro con una sonrisa coqueta.

-Esta bien, bebé ¿qué cosa tienes en mente?.- me miro esperando una respuesta que se la di con un beso en sus carnosos labios.

-Luego te digo cariño.- le respondí, alejando me de ella, e ir hacia el auto.- ¿Nos vamos?

Ella se quedó ahi inmóvil mientras se mordia su labio inferior. Se acercó y cerró mi puerta, para luego ir a la puerta de conductor.

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Llegamos al local de Starbucks, Lisa estaciono el vehículo y bajamos para luego entrar. Yo pedí un americano frío y Lisa pidió un Té helado.

Esperamos unos minutos en dónde ya había ido por nuestros pedidos y estuvimos esperando a Rosé. Minutos pasaron y ella llego, con una capucha blanca, con pants del mismo color y unos tenis grises.

Lisa se levantó de la silla y fue hacia ella quién la miro y la abrazo. No sabía que había pasado y espero que no sea nada referente a Jisoo y sus cambios de humor.

-Hola Jen...- dijo Rosé, acercándose y dándome un abrazo, a lo que correspondi.

-Hola Rosie.- ella se sentó y se quitó el gorro de la capucha, para luego ver los hematomas en sus pómulos.

-Rosé, ¿que te paso?.- yo y Lisa casi gritamos. Nunca había visto a Rosé así.

Ella nos miro con una sonrisa triste.

-Jisoo...-susurro. - Cree que la engañe.- respondió en un hilo de voz.

Sonaba realmente triste.

-Explicanos que fue lo que sucedió Rosie, para poder ayudarte.- habló Lisa.

-Pues...

Flashback.

Pov Rosé

Estaba sentada en mi oficina, observando unos correos que habían llegado hace unos momentos. En eso estaba cuando sonó la puerta.

-Adelante...- dije, sin mirar quién era.

-Buenas tardes señorita Rosé. - habló Samantha, mi secretaria.

-Buenas tardes Sam, ¿qué sucede?.- le pregunté sin dirigirle la mirada.

-Emm...- ella se iba acercando a mi, lo podía sentir por el perfume que respiraba mis fosas nasales. Sin más la mire.

-Por favor Samantha, alejate.- le dije, colocando mis manos en sus brazos.

-Señorita Rosé, por favor... Ya no puedo más. - me dijo. Iba a responder, pero no me permitio ya que me beso.

Era un beso lento, pero yo no le seguía el ritmo, sin más la separé.

-Samantha, ¿qué te sucede? ¿estás demente? No puedes besarme de así por qué asi, yo tengo novia y a la amo. No quiero serle infiel.- hablé casi gritando.

-Lo siento señorita Rosé. Es lo que quería lograr.- miro hacia la puerta,  que estaba abierta. La vista que tenía era la del elevador con una Jisoo llorando, llevaba consigo una canasta.

Salí corriendo, pero Samantha me tomo del brazo.

- No vaya señorita Rosé, ella no le puede dar lo que yo si.- me tomó más fuerte del brazo a lo que yo me safe de su agarre.

Corri y tome las escaleras para bajar más rapido. Salí por la puerta, con gotas de sudor en la frente. Vi a Jisoo que estaba por salir por las puertas de la empresa en la que ahora trabajaba.

Me dirigí hacia a ella hasta que la alcance y la tomé del brazo, abrazando la.

-Sueltame Rosé...- me dijo, sollozando.

- No es lo que tú crees mi amor.- le dije, abrazando la aún más fuerte.

- Vamos a casa, hablemos allá. - su tranquilidad me estaba asustando.

Salimos y nos dirigimos al vehículo. Llegamos a casa y entramos, me gire para cerrar la puerta cuando recibí una bofetada en mis mejillas.

Sabía que me lo merecia.

-¿Por qué Rosé?¿Por qué hoy cuando iba yo?.- grito llorando.- ¿No soy suficiente para ti?¿No te doy lo que nesecitas? ¡Yo ya te había dicho que no la quería para secretaría, se veía que era una cualquiera!

No me dejaba responder. Se sentó en el sofá de golpe y me senté con ella.

-Mi amor...- susurre- No es lo que tú crees. Ella me beso, estaba en la oficina mirando los correos y yo estaba por llamarte pero ella entró y me beso... Lo siento...- dije bajando la cabeza.

No respondió nada, hasta que me tomo de los hombros y me volteó, haciendo que la miré a los ojos.

-Te enseñaré a no engañarme Park Rosé.

Cuando dijo eso, vi que sus pupilas se tornaron en color negro. No sabía que iba a pasar pero se que lo iba a disfrutar... Pero no sabía que eso iba a doler... Y mucho.

***

Los golpes se hicieron presente, cuando ella ya había llegadoa su ansiado orgasmo. Ella me daba bofetadas en las mejillas hasta el punto que quedarán rojas.

- Me duele hacerte estoy Roseanne. No imaginas cuanto me lástima la manera en la que te estoy trantando.-grito.

-Ji... Jisoo...- fue lo único que salió de mi boca al caer dormida.

***

Ya era de día, las luces del sol daban en mi rostro, miré a mi lado y ahí estaba ella. El castigo que recibí ayer, fue hermoso y a la vez horroroso.

Nunca había visto a Jisoo de esa manera, nunca me había golpeado, ni mucho menos con un cinturón. Sabía que estaba mal pero me lo merecia.

-Buenos días mi vida.- dijo una voz ronca, de la misma voz que me había enamorado.

-Buenos días amor.

-Perdoname, lo siento cariño. No debí a ver actuado asi, te lastime muy feo.-  su vista se fue a mis mejillas. - no se volverá a repetir.

O eso creía yo.