¿Me enamoré de Muichiro Tokito? +18

El encuentro

Akira tenia una vida normal, casi nunca habían escándalos en su vida ya que vivían ella y sus padres en un pueblo tranquilo. La mayoría del tiempo se encargaba en ayudar a su padre con su restaurante, casi siempre ella cerraba el lugar.

Una noche su madre enfermó, Akira insistió en quedarse en casa con su madre para cuidarla, pero su mamá le dijo que fuera al restaurante con su padre.

Akira: Mamá por favor déjame quedarme, seré muy buena ayuda, además no quiero dejarte sola.

Madre de Akira: Hija no tienes de que preocuparte, yo enserio necesito que vayas, ya sabes cómo está el asunto del dinero, no va a pasarme nada.

Akira: Está bien mamá, volveré con tus medicinas en cuanto cierre el lugar, de acuerdo?

Madre de Akira: De acuerdo hija, gracias. *la abraza*

Akira: Adiós!

Al llegar al restaurante, vio que su padre estaba limpiando las mesas y acomodando una que otra silla para poder recibir a los clientes.

Akira: Oye papá, no estás un poco preocupado por la enfermedad de mamá?

Padre de Akira: Akira, tu madre es una mujer fuerte, se que estará bien, aun así, saldré antes para ir a comprar sus medicinas, te pido que tu cierres el lugar por favor.

Akira: De acuerdo papá.

Pasaban las horas, y venían uno que otros clientes, habían días buenos, días malos, pero aun así tú seguías allí apoyando a tus padres. Empezaste a notar que los clientes que venían a diario ya nunca los habías vuelto a ver.

Padre de Akira: Hija, saldré a comprar las medicinas para tu madre, iré a la casa en cuanto las compré, nos alcanzas ahí, adiós!

Akira: Okay papá, adiós!

Ese día habías preparado un postre que a tu mamá le gustaba mucho, lo cual era un volcán de chocolate, lo guardaste en una bolsa y saliste del restaurante para cerrar el lugar.

Ibas en camino a tu casa, cuando llegaste, notaste que los vidrios de la ventana estaban rotos y la puerta estaba abierta.

Te asustaste y entraste para ver si todo estaba bien, pero... viste a tus padres muertos, llenos de sangre.

Akira: ¡MAMÁ! ¡PAPÁ! *empiezas a llorar*

Volteaste a ver por todos lados de la casa cuando notaste una sombra viéndote fijamente, se fue acercando a ti y cuando salió y se notó por la poca luz que había, te quedaste temblando.

Era un demonio.

Tiraste la bolsa que estabas cargando y te empezaste a hacer para atrás buscando algo que te pueda servir para defenderte, encontraste una escoba y la partiste a la mitad para tener una punta afilada.

Demonio: Bueno Bueno, ¿Que tenemos aquí?

Akira: P-Porque lo hiciste.. ¿QUE TE HICIERON ELLOS? 

Demonio: *Se comienza a reír* Ay chiquita, eso no importa, yo devoro a cualquier humano que me encuentre, y cuentas tu.

Empezaste a temblar por su comentario y notaste que el se estaba acercando a ti, empezaste a correr llena de lágrimas por la muerte de tus padres sabiendo que ya jamás los ibas a poder a volver ver, ibas directo a un bosque lo cual no parecía muy buena idea pero volteaste hacia atrás y el demonio te estaba siguiendo.