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Makoto Naegi:

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Makoto Naegi:

El tiempo en éste lugar parece no pasar, no hay ventanas, ni calendarios, ni siquiera un maldito reloj para la hora ver, solo un pequeño despertador y no se si siquiera confiar en él. 

Intento dormir pero falló en un vago intento, me siento inquieto y sucio, creo que se debe a los días que llevó sin bañarme, —aunque no tengo ni idea de cuántos sean exactamente— mi cuerpo está débil, eso es raro, sin embargo me sigo preguntando la razón de mi estadía aquí. 

¿Será para él una especie de show?, cómo un animal atado sin escapatoria para su descarado deleite. No puedo siquiera tener privacidad, puesto que por lo visto en el baño es donde se encuentran la mayoría de cámaras, me da escalofríos cuán perversa puede llegar a ser una persona. 

Miró a través del vacío donde debería ir mi puerta, suspiro así que decido hacer algo para lidiar con las cámaras, ese cajón tan raro que ví la otra vez me servirá, o eso creo. 

Me levanto de la cama y voy hacia ese cajón, un leve escalofrío recorre mi columna al ver los objetos, una cinta negra mediana, sogas y demás cosas que me niego a mencionar. Tome la cinta en mis manos y trague duro. 

Después de tomar la silla que estaba en la sala, comienzo a pegarla en las cámaras que están, son muchas así que me tomará un poco de tiempo hacerlo, pero estoy seguro de que funcionará, tengo la esperanza de que sí. 

Al terminar suspiro cansado, sonreí levemente y seque el sudor de mi frente con la manga de mi saco, finalmente podría tener un momento de privacidad. Bajo de la silla y empiezo a quitarme las prendas que traía, tenía calor y sacarlas fue un verdadero respiró. Al finalizar esto me meto a la ducha, al girar la perilla toda el agua fría choca de golpe con mi cuerpo, me siento tan aliviado.. Pero siento como si alguien aún me observase, necesito ignorar esa sensación. 

Narrador omnisciente

Mientras tanto aquel joven de cabello azul desayunado una sopa instantánea, viendo su teléfono algunas fotos de Makoto cuando lo había besado, tener tantas cámaras al fin servía de algo, su cara estaba roja de excitación, y su piel quemaba por toda la satisfacción que le generaba ver a Makoto. 

Decidió ver las cámaras, una gran sorpresa se llevó al ver que solo se escuchaba el sonido de una ducha, abierta, suspiro al creer que fue un error del sistema de esa única cámara, así que procedió a checar las demás, eran iguales que el que había visto anteriormente, «Qué extraño..» dijo Saihara terminando de beber el resto de su sopa. 

Veía en su celular si podría haber algún error en la programación, o había apagado accidentalmente el video de las de esa sección, nada que indicara aquello. Saihara gruño con molestia, tendría que ir a ver a su computadora, si no funcionaba, tendría que ir directamente a ver las cámaras donde Naegi. 

El joven subió las escaleras lentamente, dirigiéndose al cuarto que estaba a su derecha, "el cuarto especial", como él lo nombraba. Abrió la puerta, dejando ver una habitación negra por la oscuridad, inhaló y suspiró para encender la luz, mostrando su pequeño paraíso personal. Un montón de posters de Danganronpa, computadoras que mostraban más diferentes ubicaciones de las cámaras, un mural con el horario de Makoto, sus hobbies, donde vivía, las rutas que tomaba, y un montón de imágenes de Naegi, había una donde se notaba que estaba duchándose, pero ¿como había entrado él allí? Un misterio del que nunca sabremos la respuesta. 

Shuichi suspiro y se sentó en la silla donde estaban en frente a las cámaras, empezando a buscar entre los ajustes, aunque fuera novato sabía algunas cosas, y por lo visto nada le sucedía al equipo, además solo se escuchaba el sonido de una ducha corriendo y un leve tarareo. 

Shuichi suspiro, así que fue a la cocina nuevamente, donde tenía el desayuno de Makoto ya listo lo tomó y decoró, hoy había preparado panqueques para él, así que fue donde había una habitación casi escondida, en la pared de las escaleras se encontraba una puerta que no se notaba a plena vista, sacó una pequeña llave de su bolsillo, abrió la puerta y entró, dentro de esa habitación habitación otra puerta, puesto que la habitación era demasiado pequeña solo le permitía a Shuichi moverse levemente, dejó las llaves en un estante colgante que colocó para eso mismo, y entró a la habitación. 

—¡Buenos días, Naegi-san! —dijo Shuichi bajando las escaleras, cerrando la puerta detrás suya de golpe. 

Shuichi notó que no estaba en ninguna parte.. 

—¿Naegi-san? —Shuichi se vio confundido al no verlo por ninguna parte, su oído se agiliza y escucha el sonido del agua corriendo. 

Saihara se sonrojo totalmente al pensar en Makoto bañandose, babeo un poco cerrando los ojos con satisfacción generando una escena bastante asquerosa por cualquiera que fuera testigo de cómo el cuerpo de Shuichi temblaba y se lamía los labios como un depredador antes de atacar a su presa. Shuichi fingió no darse cuenta, dirigiéndose a la sala que estaba cerca del baño, viendo a Makoto se pasó. 

Makoto parecía estar tranquilo, con los ojos cerrados disfrutando de su ducha, Shuichi se sonrojo mucho más al ver el cuerpo de Makoto ahora desnudo, podría jurar que esa piel de porcelana era suave, empezando a fantasear cómo se podría definir, una persona verdaderamente perversa. 

Naegi abrió los ojos con delicadeza, la imagen que se encontró no era nada linda de observar, haciendo a Makoto retroceder de manera repentina, un escalofrío lo recorrió, esos ojos amarillos con tonos grises penetrantes centrados en el, un sonrojo evidente, y la apariencia de degenerado que tenía Shuichi no le ayudaban. 

—O-oh.. Perdón, n-no creí.. No creí que estuvieses ocupado.. —Shuichi se hizo el inocente, aunque ese cuarto tuviera puerta, era únicamente de plástico resistente, pero muy transparente, casi como el cristal. 

Makoto se quedó anonadado, ¿qué hacer en esa maldita situación? ¿Dejar que siga mirando como un degenerado o decirle que se largue? Ambas opciones no parecían muy buenas, así que Naegi intentó ignorarlo lo mejor posible, mirando a otro lado o a sus pies para evitar mantener contacto visual con el adolescente. 

Saihara estuvo un rato más mirando, Makoto maldecía al joven de mil maneras en sus adentros mientras se sentía avergonzado, humillado, sucio, tan usado. 

Solo quería que esto acabara pronto, pero si él cumplía, si él no se quejaba, si él complacía a Shuichi, había una mínima chance de ser recompensado, así podría escapar.. Así podría volver a ser libre. 

N

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N. A

¡La inspiración siempre llega después de la tormenta! Eso siempre diré.

Estoy medio somnoliento, así que si hay faltas.. Pues, culpenme por actualizar a la 1:37 a.m

    ◜。🔪💕 ࣪⊹ Fan Número Uno - Naehara . ⩇⩇ 𝄒Where stories live. Discover now