Prólogo

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Se dice que cuando el principe baelon nacio, en el valle se instaló una tormenta que nunca se había visto.

Casi como si fuera un presagio de lo que vendría.

***

Alyssa Arryn miro con horror al bebé en sus brazos. Un nudo se instaló en un estómago acompañado por náuseas subir por su garganta.

Estaba jodida pensó la mujer viendo al bebé peliblanco removerse en sus brazos mientras se quejaba con balbuceos.

Las nodrizas le dijeron hace unos minutos que debería alimentarlo con leche materna, algo que debería ser lo normal.

Pero alyssa se negaba. No podía alimentar al producto de una noche que no debería haber pasado.

Porque el bebé en sus brazos era un error, algo que no debería existir.

"¿Mi señora?" pregunto una de sus nodrizas, viendo el rechazo que en la cara de su señora, no tenía que ser una experta para saber a qué se debía ese rechazo.

"Tómalo, Samantha" dijo alyssa, entregando al bebé "Di que el bebé nació sin vida" exclamó alejando su mirada del recién nacido.

"Mi señora.."

"No dejes que nadie lo vea" dijo, ignorando la mirada en la cara de samantha "Llévalo a tus aposentos y luego envía un cuervo a desembarco del rey, que sea dirigido al rey viserys, dile que lo necesito aquí"

***

El rey viserys no pudo evitar removerse cuando el bebé en sus brazos empezó a balbucear.

Sabía quién era ese niño.

Pero lo más importante, sabía quien era su padre. No puedo evitar sentir la culpa instalarse en su estómago.

"El bebé no tiene la culpa de las acciones de su padre" exclamo samantha a su lado, viendo como la duda empezaba a invadir al rey.

Y viserys lo sabía, pero la preocupación de que el niño podría traer un montón de problemas al palacio y sobretodo al reino aún se encontraba presente.

Contuvo la respiración cuando el bebé abrió sus ojos dejando ver un par de orbes de color lila. Un par de orbes que le recordaban a los ojos de su primogénita.

"¿Que debería hacer?" le preguntó viserys a la nodriza a su lado, normalmente los consejos eran trabajo de su mano.

Pero sabía que su mano aconsejaría por el bien del reino, pero no por el bien del recién nacido.

"Mi rey, eso es algo que solo el padre debería saber. Si un padre necesita el consejo de un tercero para decidir el destino de su hijo, entonces ese padre no es uno bueno" exclamó samantha cm tranquilidad, pero viserys sabía que había reproche en sus palabras.

Samantha sabía que esas palabras podrían haber ofendido al rey y a cualquiera le pudiera haber costado la cabeza.

Viserys volvió su mirada hacia el bebé en sus brazos aún con las palabras de la nodriza rodando en su cabeza.

Se parecía tanto a rhaenyra que sin querer recordo a su difunta esposa. Algo que hizo que viserys sintiera un nudo en su garganta con solo verlo.

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Baelon II Targaryen

"!Recuerden bien mi nombre, porque un día voy a ser tan grande como lo fue el conquistador y lo haré aunque tenga que reducirlos a cenizas!"

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"!Recuerden bien mi nombre, porque un día voy a ser tan grande como lo fue el conquistador y lo haré aunque tenga que reducirlos a cenizas!"



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