Chapter one.

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Te veías tan solitaria esa tarde de Agosto qué no sabia si estaba bien hablarte, siquiera preguntarte tu nombre, mire tus ojos color café y tu sonrisa iluminaba todo el lugar, eras magia para mis ojos, esa qué estaba muy pero muy lejos de mi, entonces me tomé de valentía y me acerque hacía donde vos estabas.

- Hola - te sonreí de lado mientras vos colocabas un marca libros en aquella página.

Me miraste por unos segundos y esos ojos cafés me iluminaron los míos por completo.

- ¿hola? - tu mirada buscaba alguna respuesta en mi.

- oh, hola, soy Hexe, he visto que has estado sola últimamente en los recesos y quisiera saber si quieres compañía o solamente quieres estar sola - eso sonó más estúpido de lo que pensaba - perdona, mejor te dejo sola.

- Ey, espera - me toma de la mano - me llamo Jud, de Judith jajaja, ¿quieres sentarte a mi lado?, no me molestaría si lo haces - sonríe.

No esperaba llegar tan lejos si les soy sincera.

- Esta bien, acepto, Judith.

- Por favor, dime Jud, Hexe, por cierto, que maravilloso nombre.

- Gracias, Jud.

Platicamos toda la tarde sobre cosas sin sentido, me ha contado que ama la astrología, qué hace mucho práctica ciertas cosas y sobre como llego hasta aquí, mientras la oía hablar de cosas que se notaban que la apasionaban sus ojos se volvían más brillosos, su sonrisa era sincera y ligera, cada tanto reía y podría jurar que estaba escuchando el sonido más hermoso en toda la tierra, luego ella se marchó a su casa y yo la vi irse mientras en mi cabeza solo sonaban canciones de amor, y por ellas me refiero a canciones de Taylor Swift.

(...)

En mi habitación empecé a buscar aquel cuadernillo donde tenia algunos poemas viejos y comencé a divagar entre letras mientras buscaba algo que me identificará,
y fue cuando comencé a escribir Ella.

Solamente tenia el título de lo que posiblemente sería algo más grande, algo que cambiaría mi vida por completo.

August. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora