chapter three

12 1 3
                                    

Judith.

Habían pasado días que Hexe me dejo en esa playa anonadada, días que pensé en el que la había molestado de mi como para dejarme a mitad de una oración, me ha estado evitando en clases, no me responde las llamadas, no me mira, pasa de mi, y siquiera me devuelve el saludo.

He hablado con Layla sobre ella, me dijo que puede que este pasando una crisis, ¿pero que tipo de crisis?, no lo se, pero no voy a molestarla, si quiere paz, eso es lo que tendrá.

Nick💌: ¿Haces algo hoy a la tarde? 😚

Judi: Si, estaré ocupada, lo siento.

Tomé mi celular, coji mi libro y me dirigí hacia la playa.

(...)

El viento sacude con fuerzas las olas, chocan contra cada roca, no puedo centrar mi vista en cada letra si estoy pensando en ella, veo hacia algunas piedras a lo lejos y se puede observar una melena castaña, guardo mi libro y comienzo a ir hacia allí.

Con miedo de caer en cada maldita roca de esta playa y que el agua no haga qué me caiga la veo allí, tan sola, tan ella, tan pensativa y tan hermosa junto a las olas qué la rodean por completo.

- ¿Hex? - llamo esperando que realmente sea ella.

- La misma pues, ¿Qué quieres Judith? - se da vuelta de mala gana.

Lleva algunas ojeras que rebalsan el suelo, sus labios están completamente mordidos por ella, tiene un buzo qué la cubre por completo y su pelo esta completamente despeinado.

- Hablar contigo, eso quiero, Hex - intento acercarme

- Mira tu, yo no quiero hablar contigo, y quédate ahí o me iré yo de aquí.

- ¿Qué diablos te sucede?, un día estas bien eres amable conmigo, compartimos tiempo juntas y al otro ya no quieres saber de mi. - doy un paso hacia el frente - no me iré de aquí hasta tener una respuesta de tu parte niña.

Ella da un paso al frente.

- Tu de verdad que no lo entiendes, ¿no?, claro que fui amable contigo y claro que tengo un trato diferente hacia a ti, ¿no te hace pensar que la culpable has sido tu? -

Doy un paso hacia ella quedando frente a frente.

- ¿Quieres culparme a mi por como me tratas a mi, Hexe?, ¡De acuerdo!, hazlo, pero cuando yo salga de esta playa a mi no me vuelves a ver, ¿Lo entiendes? -

Su expresión cambia completamente.

- Vete si eso es lo que quieres, no lo soportarás ni un segundo porque me extrañaras hasta en tus malditos y jodidos huesos Judtih.

Una lágrima amenaza con salir de mi pero la retengo.

- Créeme que si estas apostando a perderme quiero que sepas que estas perdiendo.

- No estoy apostando, lo estoy decretando Judtih.

Doy un paso hacia atrás y ella uno hacia a mi.

- ¿A si?, entonces quieres que me marche, de acuerdo, tu ganas Hexe.

- No quiero que te marches -susurra.

- Entonces que diablos quieres Hexe - me cruzo de brazos.

- A ti. - su mano se poza sobre mi brazo.

- No Hexe, no lo hagas... -

Su mano hace qué mis brazos caigan hacia abajo y su mirada refleja tantas cosas que no podría quedarme con una sola.

- ¿Que no haga que?.

Sus manos van hacia mi mejilla, y mi piel se estremece ante su roce, la miro y se lo que quiere, como también se que no puedo corresponder a ese deseo.

- Hex.... -

Se acerca hacia a mis labios y su mirada refleja deseo, y la mía solo esta sobre ella, con mis manos la tomo de la cadera y la pego hacia a mi.

- Al diablo - susurro.

Soy yo la que la besa y ella se desprende rápido sorprendida de lo que acabo de hacer, me mira y sus manos las deja en mis mejillas y vuelve en un beso profundo, en uno donde todos los miedos no existen, donde rompemos barreras, la tensión se no existía pero nuestros cuerpos se pegaban más haciendo que la temperatura aquí suba, las olas chocaban contras las rocas y yo me mojaba por fuera, sus manos buscaban más que mis mejillas, poco a poco fueron bajando pegándome a ella, la humedad se sentía por todos lados pero más adentro mío, suelto un gemido sobre sus labios, ella se sonríe y se separa de mi.

Abro los ojos y puedo contemplar lo roja que esta, sus labios ahora están hinchados, su pelo esta aún más despeinado de lo que estaba hace un rato, su temperatura corporal subió, nos quedamos mirándonos mientras aún las olas amenazaban por empaparnos aún más, tomo su mano y la miro.

- Lo siento tanto - cojo mi bolso y salgo de allí lo más rápido que puedo, y lo más rápido que mis piernas pueden permitirme escapar.

August. Where stories live. Discover now