Plan

301 35 0
                                    

Harry caminaba por los jardines de la mansión con su máscara puesta, al moreno no le gustaba mucho tener que usar máscara todo el tiempo pero comprendía los riesgos de que la gente viera su cara, seria extraño y los mortifagos harían preguntas y algunos cuantos podrían terminar hablando de más fuera de la mansión y todo podría complicarse bastante.

Harry camino entre las plantas y árboles hasta llegar frente a una planta negra con flores lilas, el chico se agachó y con un movimiento certero de varita cortó unas cuantas flores lilas y las guardó en un frasco.

—¿Otra vez haciendo pociones Riddle?— preguntó la voz de un chico detrás de él y Harry sonrió bajo su máscara.

—Por supuesto Malfoy, que tú decidas holgazanear en tus vacaciones no quiere decir que yo también lo haré— dijo burlón el moreno —¿No deberías estar en casa preparando tu baúl para ir a tu intento de colegio?— preguntó Harry girándose a ver al rubio.

—Me voy en 4 días aun tengo tiempo, ademas el Lord llamó a Padre y yo quería ver a mi mejor amigo antes de irme— dijo Draco encogiéndose de hombros.

—Aww Draco, me vas a matar de la ternura— dijo irónico el peli negro—ahora, rápido vete a otro lado con tus cursilerías no vaya a ser algo contagioso— dijo asqueado el moreno.

—Oh por favor Harry, sabes que me aprecias— añadió el rubio y Harry debajo de su máscara alzó una ceja— vamos, acéptalo muy muy muy en el fondo de tu retorcido corazón se que me quieres y bastante— añadió el rubio divertido al ver a Harry entre cerrar los ojos a travez de su máscara.

Harry jamás lo admitiría en voz alta pero vaya que apreciaba a Draco, en definitiva era su mejor amigo, aunque considerando a la poca gente que veía Harry en la mansión, eso no parecía un gran logró.

Casi todas las personas de la mansión con las que hablaba el moreno eran mortifagos que solo lo miraban con respeto o temían hacerlo enojar. A demás de que los mortifagos le doblaban la edad al joven príncipe, lo que hacía que Harry no pudiera entablar una mistad como tal y cuando la gente se enteraba quien era todo terminaba más bien en una relación amo sirviente, cosa que a Harry le gustaba pero a veces era bueno tener a alguien como Draco, algo oxigenado, leal y con quien bromear.

Cuando Harry conoció a Draco todo había sido diferente a cuando conocía a los seguidores de su padre y en especial porque no se suponía que él y Draco se conocieran. Todo pasó un día cuando Harry tenía 8, Draco se metió a la habitación del moreno intentando explorar la mansión y cuando entró a la habitación prohibida se encontró con un chico de pelo obscuro y de ojos verdes.

En un inicio cuando Draco vio al moreno pensó que Harry sería un hijo de algún mortífago cualquiera y comenzó a presumirle a Harry lo importante y puro que era e incluso le había dicho a Harry que dejaría que fuera su amigo si hacía todo lo que le decía, cosa que hizo molestar al moreno y luego una cosa llevo a la otra y ambos chicos terminaron en una pelea que obviamente Harry ganó y ambos se hicieron amigos.

Harry vio a Draco arrugar su nariz al verlo guardar en un frasco un líquido negro de una planta verde y de aspecto repulsivo.

—En serio, no sé como puedes recoger eso para hacer pociones— dijo asqueado el rubio.

—No todos somos tan delicados como tú princesita— se burló Harry y Draco lo fulminó con la mirada.

—En fin, ya que estás aquí mi tan "amado" y quejumbroso amigo juguemos un partido de Quidditch— ordenó Harry y comenzó a caminar al campo— te haré papilla de hurón—agregó burlón Harry y Draco salió corriendo detrás de él.

—¡Hey! Te dije que no me dijeras así, maldito el día en que se me ocurrió contarte mis desgracias— refunfuñó Draco molesto y Harry soltó una leve risa.

Hijo de la obscuridadOnde histórias criam vida. Descubra agora