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 La noticia o más bien requerimiento de su padre por ser el represetante de la aliaza comercial le tomó por sorpresa hasta cierto punto, si bien ya se hacpia cargo de algunas responsabilidades y tareas dentro de su propio reino c omo el control del fluyo comercial del imperio, administrar y supervisar construcciones influyentes en su desarrollo y demás deberes reales, todas se caracterizaban por algo en especifico: eran dentro del reino y bajo la aprobación del rey, jamás se le tomó como un delegado importante u oficial dentro de la administración que su padre gestionaba. Sacudió su cabeza ante el cumulo de pensamientos que le invadieron de forma tan repentina para centrarse en el punto importante de esta conversación, tendría relevancia y poder real, así como responsabilidad absoluta de esta tarea; dirigió su vista hacia Vegetta quien esperaba con calma a la respuesta de su hijo. 

— Lo haré con gusto, padre, será un honor cumplir con esta misión. - Una duda importante brilló en su mente casi como advirtiendole. - ¿Cuáles son los deberes y condiciones que han acordado para esta alianza comercial? 

— Veo que te lo piensas tomar en serio, bien, pues espero que tú mismo vayas al puerto y distribuidores, fabricas, todo lo que tengan para ofrecer para verificar el estado del hierro y así afirmar la alianza o no. - Sonrió satisfecho con su hijo, sabía que no confiaba en la persona equivocada para la encomienda al ver al menor asentir con esa mirada firme y determinada que le caracterizaba desde pequeño al estar motivado y emocionado con alguna tarea. — Quiero un reporte detallado de todo lo que notes, posibles dificultades, beneficios, estrategias de transporte, absolutamente todo. 

— Así será, padre. 

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Tal cual le había pedido su padre la noche anterior, salió del castillo en compañía de un joven el cual se hacía llamar Pac, según había entendido era el encargado del comercio en el reino, por lo que si deseaba conocer más detalles sobre el tema él era la persona indicada para ello, durante el camino conversaron a completo detalle sobre el tema de interés pero pocos momentos bastaron en el duo para volver la conversación más divertida y menos formal, riendose al menos la mitad del camino entre anecdotas de cada uno, haciendo el ambiente más ameno para ambos hasta que llegaron a la fabrica de hierro, donde conocería al jefe de producción, buen amigo de Pac según el mismo, conocería al joven Mike. El hombre destacaba por un tener un rostro sereno y hasta adorable, sin embargo apenas entró notó el poder que este tenía, así como su dominio sobre absolutamente todo el piso que estaba bajo su tutela, moviendose y organizando a sus trabajadores de forma eficiente, rasgo que le dejó profundamente impresionado. 

Dedicó el resto de su día a aprender, anotar, estudiar y analizar absolutamente todo lo que el par le enseñaba y explicaba, no dudando en preguntar si algo no le quedaba claro del todo, pese a que fue una salida más de investigación y trabajo no perdió el tiempo en divertirse junto al par quienes al intentar comunicarse en su idioma natal para así mismo enseñarle algunas frases al extranjero les era imposible no dejar escapar risas estrendosas ante su pronunciación equivocada, así como su acento, logrando conectar bastante bien entre los tres. 

Por otra parte, quienes estaban también estudiando las posibilidades de comercio eran Baghera y Cellbit, la primera al ser de los altos mandos de su reino fue encomendada a la tarea por su rey mientras el segundo mencionado se encargaba de guiar, así como instruir a la mayor, su química laboral era impresionante, pues al momento de pensar y proponer algo el otro lo complementaba a la perfección, logrando que la labor fuese más efectiva y así mismo su conexión; ambos se entendían de una manera increíble que casi parecieron tallados con la misma piedra.  No tuvo que prestar extrema atención a su alrededor para percibir la voz de su amigo a la lejanía que se divertía entre risas con los trabajadores de las fabricas, guió gentilmente a Baghera hasta el trío que paseaba por delante suya, teniendo que alzar la voz ligeramente para llamar la atención de su guapito. 

— ¡Principe Roier! 

El pelinegro giró con intriga ante el llamado, sonriendo ampliamente al reconocer de donde y quién le llamaba, saludando de vuelta para irse acercando hasta él, no sin antes invitar a sus nuevos amigos a que se acercaran a saludar. El duo al llegar realizó una suave reverencia al reconocer al principe Cellbit, este con gracia y cortesía reverenció igualmente invitandolos a pasar el tiempo en conjunto con ellos, el par se miró un momento antes de aceptar con una sonrisa medio timida acercandose así a hablar con la nueva invitada dejando un momento al par de principes conocidos. 

— No esperaba encontrarte por acá, Cellbit. —  Comentó con una picara risita entre sus palabras, preparandolo para lo que venía.  —¿Acaso gatinho me extrañó tanto que tuvo que venir a buscarme? 

Entre risas y un suave sonrojo negó con rapidez, apuntando con la cabeza a la chica que ahora reía alegremente con el par.  —   Vine con Baghera a ver la fabrica y negociar rutas de comercio, lo mismo que te mandaron a ti, según veo. 

— Asíes, mi estimado, andamos en lo mismo, peeero, ¿como que ya hace hueva, no? 

—  Si te refieres a fatiga o cansancio, sí, lo hace. 

Ambos rieron al coincidir aún con las dificultades del idioma extranjero, pronto fueron llamados nuevamente por sus debidos acompañantes tomando su atención para así acordar algo. 

—  No muy lejos de aquí hay unos postres increibles, sus altezas, ¿gustan probar? 

El grupo asintió con emoción, disfrutando de una charla amena y divertida al congeniar tan bien todos, es verdad que incluso en ese ambiente amistoso se veía la cercanía entre ambos principes pues buscaban cualquier excusa diminuta para estar cerca o intercambiar palabra, incluso aprovechando algunos momentos escurridizos donde Cellbit jugueteaba con el cabello castaño del menor entre ellos. 

Tus manos sobre mi cabeza
Eso me da certeza
Esta atmósfera es perfecta

Entre risas, nuevos idiomas, caricias en el cabello y sonrisas secretas pasaron la tarde, incluso en momentos volvían a sus labores cuando el tema se dispersaba mucho pero siempre volviendo con una sonrisa al ambiente relajado y ameno. Aquella tarde además de formar un lazo comercial, formaron lazos amistosos bastante poderosos. 

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Habiendo caído la noche tanto el español como el brasileiro se reunieron en la torre de astronomía, esta vez no tenían nada mu especial de lo cual hablar tann sólo sentían la calidez de estar juntos; se sentaron admirando el cielo nocturno en pleno silencio tan solo disfrutando de la armoniosa calma que brindaba la noche, en un instante Roier volteó su vista hacia su compañero, observando con cautela y dulzura el brillo de la luna resplandecer en los ojos aquamarina del mayor, provocando un sonrojo en su rostro por la vista tan etérea que presenciaba ante él. Guardó silencio volviendo su vista hacia el cielo tratando de esconder al menos un segundo su ahora corazón acelerado fallando en el intento, pues el mayor alcanzó a distinguir de reojo esa naricita roja expanderse hasta sus orejas. 

Mi corazón no para de latir 
Cuando estas junto mi, al fin todo está bien
Es real, eso está bien, estaré junto a ti. 

𝑳𝒖𝒍𝒍𝒂𝒃𝒚 [ɢᴜᴀᴘᴏᴅᴜᴏ]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant