Lazos Tentadores

37.- Las promesas a futuro.

Kyle.

El embarazo de Aria transcurrió con normalidad, con cada día, cada semana, sentía que poco a poco comenzaba a recuperar toda la vida que se me fue arrebatada, sin embargo, sé que no tiene nada que ver con el hecho de haber obtenido una venganza, sino más bien con el hecho de que al fin le estoy permitiendo a todos los sentimientos que me llenan, ser liberados por completo.

Nunca me permití amar a una mujer antes, luego, sin siquiera tener la oportunidad, los Anderson nos jodieron, pero ahora estoy aquí, mirando a Aria sonreír con entusiasmo mientras las modelos avanzan en la pasarela.

Hace dos meses que recibió una invitación para presentar unos diseños en París, en una de las casas de moda más prestigiosas del país, así que evidentemente no podía negarse, ni siquiera con el tan poco tiempo que tenía para fabricar todo.

Pero lo consiguió, y mirándola lucir tan emocionada y feliz, la punzada de culpa por haberle arrebatado eso por meses llega para atravesarme el corazón.

—Quita esa cara —Johnson a mi lado me reprende —todos pensarán que no estás feliz de estar aquí.

—No es eso —un suspiro brota de mis labios —es solo que pienso en todo el tiempo que Aria tuvo que abandonar esto por causa mía.

Una mirada comprensiva es lanzada hacia mí. A pesar de todo, la confianza hacia mi hermano parecía seguir intacta. Él sabe todo lo que hice, el hijo de puta que fui con Aria y a veces realmente pienso que no merezco que ella siga en mi vida.

Después de todo el dolor, el sufrimiento...ella merece un hombre mucho mejor.

Sin embargo, soy demasiado cobarde como para dejarla ir. Así que espero que todos mis esfuerzos realmente estén significando algo para lograr que ella vuelva a mi lado.

—El pasado ahí debe quedarse, en el pasado —dice con comprensión —no vas a conseguir absolutamente nada si continúas recordando lo que hiciste, la culpa no te ayudará ahora, hermanito, lo único que puede ayudarte es que le demuestres que puedes amarla de la forma como se merece. No lo hiciste antes, pero puedes hacerlo ahora. No te limites solo porque creas que no eres merecedor de su amor, porque créeme, todos merecemos una mujer como Aria en nuestras vidas.

—Realmente eché de menos tus consejos —admito con una sonrisa —me hubieses impedido hacer una que otra estupidez.

No tiene oportunidad de darme una respuesta porque la pasarela acaba, el momento en donde Aria sale detrás de todas las modelos roba toda mi atención. La ola de aplausos no se hace esperar, lleva un vestido precioso, diseñado por ella misma. Es de un color beige que se ajusta a su figura por completo, su embarazo la hace lucir radiante y la sonrisa que lleva se adueña de sus labios me eclipsa por completo. Su mirada recorre toda la estancia hasta llegar a donde nos encontramos, me incorporo y lanzo un beso en su dirección, soy consciente de como sus ojos se iluminan y la forma en la que sonríe con dulzura.

Se roba toda la atención, las cámaras la enfocan y es evidente que ella sabe exactamente que es lo que tiene que hacer, es como si estuviese en su ambiente natural y creo que pocas veces la he visto lucir tan feliz como ahora.

Con el embarazo, decidió que se tomaría unos meses del modelaje, quería centrarse en el diseño, en crear sus propias prendas y poder crear desfiles como este, en cada uno deja parte de su esencia, es fácil reconocerlos, Aria tiene esa marca que es imborrable en cada una de sus creaciones.

El mundo debe de conocer su talento y esta es la mejor forma de conseguirlo.

Veinte minutos más tarde al fin puedo verla, la puerta de la pequeña sala en donde se encuentra, está entreabierta así que la empujo y ella voltea de inmediato al escuchar el sonido de la puerta. Se ha cambiado por un bonito vestido de maternidad y unas sandalias, sigue luciendo tan radiante, con la chispa emocionada en los ojos.