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𓍢ִ໋ 💿 ֒

— Aurora, tienes todo empacado? Recuerda que te vas mañana — Dijo mi mamá entrando a mi habitación, se sentó tranquilamente en mi cama y soltó un suspiro. — Estoy segura de que será una maravillosa experiencia, te lo mereces linda — Añadió.

— Ma, sabes que no estoy segura de esto, apenas y puedo hacer cocinarme algo — Contesté cansada — No quiero hacerlo, no me siento lista — Dije para hundirme más en mi manta.

— Mi niña, se que no te sientes segura, pero siempre haz querido ser modelo y haz trabajado un montón por ello, por fin tendrás una oportunidad en Milan — Dijo mientras acariciaba mi cabello con suavidad. Aquella oportunidad sonaba genial, pero sentía que no era para mi.

— Me prometes que me irán a visitar? Enserio — Pregunté preocupada, ya tenía todo listo y ya no me podía echar para atrás, más bien, nunca pude.

— Iremos lo más antes posible, vale? — Asentí con la cabeza y ella me abrazó, nos quedamos charlando un poco cuando avisa mi hermano que es hora de cenar.

Mi mamá salió antes que yo, me paré y me fui directo al baño para acomodarme un poco el cabello y bajar. Odiaba no tener mi cabello acomodado aunque solo fuese a estar en mi casa.

Baje y me senté en la barra, todos estaban parados menos yo. Igual me había bajado mi computadora y estaba viendo la misma serie que veía antes que llegara mi mamá.

— Que emoción Aurora, no lo crees? Te vas a ir a Italia — Dijo mi papá emocionado, el, al que se le ocurrió la brillante idea de mandarme a trabajar a la compañía de modelaje de su amigo.

— Si, ya me quiero ir — Contesté sin quitar los ojos de la pantalla fingiendo emoción, la única que sabía sobre mis pocas ganas en ir era mi mamá, supongo que mi hermano lo sospecha pero dudo que mi papá lo haga.

— Vas a tener demasiado éxito, ya lo verás — Siguió, esto era algo de cada comida, siempre hablando sobre lo exitosa que me volveré. Agradezco que tenga tantas esperanzas pero siento que solo tengo una carga más conmigo que llevar.

— Toma, cuidado porque esta caliente — Dijo mi hermano dejando un plato y una taza después de mover mi computadora. — Para nada estorba eh — Rió.

— Que gracioso eres Chris — Contesté sarcásticamente al igual que el y rodeé los ojos. Acerqué mi computadora y me puse a comer, eran unos hotcakes hechos de avena, podría decir que son mis favoritos.

Sonreí feliz, amaba cuando Chris cocinaba mis comidas favoritas.

— Sabía que te iban a encantar, tu cara lo dice todo — Bromeó y solté una risita, mientras que yo y Chris conversábamos mi papás hablaban sobre Milan.

— Chris, te puedo contar algo? — Le susurré, se acercó listo para escuchar. — Creo que papá esta más emocionado que todos nosotros aquí — Ambos volteamos a ver a mis papás.

Solo se veía la cara de aburrimiento de mi mamá y los ojos brillantes junto a la sonrisa que tenía mi papá de la emoción.

— Se la va a pasar genial! — Aseguró mi papá super alegre.

— Mi vida ya lo se, ya me contaste todo lo que podías contarme — Dijo mi mamá desinteresada, pues aquel tema era algo que siempre sacaba mi papá.

Yo y Chris nos morimos de la risa y seguimos platicando.

Después de cenar me subí a mi cuarto para terminar de guardar algunas cosas y alistarme para dormir. Mientras me lavaba la cara tocan mi puerta.

— Pasa, pasa — Dije mientras me enjuagaba la cara. Normalmente la que toca las puertas es mi mamá, pero no, esta vez era mi hermano.

— Tienes tiempo? — Me preguntó pasando a mi baño. Se rió al verme con la bandita gris simple en el cabello y la cara empapada.

— No te rías, que pasó? — Dije confundida. — No estabas jugando en la play con tus amigos? — Añadí.

— Si pero tu te vas mañana, que tal si vemos una película juntos o algo? — Dijo sonriente.

— Mm, va, pero yo la elijo — Nunca me dejaba elegir así que era buena oportunidad.

— Esta bien, pero una que nos guste a los dos — Dijo y yo suspire, el tema es que vemos cosas muy diferentes.

Pasamos toda la noche viendo una serie y ambos nos quedamos dormidos en el sillón, al día siguiente me desperté gracias a un flash.

Abrí los ojos y era mi mamá tomándonos una foto a mi y a mi hermano, me reí y volví a cerrar los ojos.

Esa misma tarde me encontraba ya sola en el aeropuerto, sentada esperando mi vuelo mientras me tomaba un refresher y escuchaba música, la verdad me sentía triste porque me iba a alejar bastante de mi familia pero creí que sería bueno tener una nueva aventura.

Después de un tiempo abordamos, llegue a mi lugar con facilidad y me senté, me había tocado el lado de la ventana así que estaba emocionada. En ese entonces llego una chica y se sentó en el lado del pasillo dejando un espacio en medio, no dijo nada, solo se sentó cosa que no me molesto. Iba a ser un vuelo tardado así que decidí dormirme.

— Que es muy linda, no la has visto? Se me hace conocida— Dijo la chica de mi lado despertándome, bostecé y tome mi libro para comenzar a leer un poco molesta, pues me habían despertado.

— Mierda, la despertaste — Susurró la chica del otro asiento, como si no pudiese escuchar todo lo que decían, sonreí y seguí con lo mío.

— Oye, disculpa, que lees? — Preguntó la de a lado curiosa. Sonreí, me imagine que me iba a hablar así que solo estaba esperando a que lo hiciera.

— Trata sobre moda, quieres verlo? — Pregunté amablemente, ella asintió así que se lo pase, quedo sorprendida.

— Uf, yo amo todo eso, de hecho soy diseñadora de moda — Añadió orgullosa, y se notaba que le sabía, pues andaba super bien vestida.

— Que padre, yo estoy en eso con ser modelo, por eso vengo a Milan — Dije confusa, no sabía como explicar lo que era, pues apenas estaba trabajando en ello.

— Me caíste super, te molesta si te pido tu número y después salimos a comer o algo parecido? De paso te puedo enseñar lugares en Milan— Preguntó sonriente, parecía agradable así que accedí en darle mi numero.

Platicamos un rato, se paró para ir al baño así que aproveche y me puse a leer de nuevo. Me asomé y pude ver el atardecer, ya era tarde y faltaban unas horas más, el cielo se veía genial.

Llegando a mi departamento di un leve suspiro para abrir la puerta, era muy lindo, grande y acogedor. Aunque bastante vacío, entre y me acosté en el sillón el cual era demasiado cómodo dejando de lado las maletas que traía, la verdad tenía demasiadas cosas que hacer pero en lo único que podía pensar era descansar, ya después me encargaría de desempacar, ir a comprar lo necesario y más. En unos días tendré que ir a visitar la agencia.

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So romanticalWhere stories live. Discover now