Capítulo 23 El parto

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Hola, dejo por aqui otro capítulo, voy avanzando poco a poco esta historia me genera muchas emociones y quisiera hacerla lo mejor posible. 

Este capítulo va dedicado a @chiquigonz @AlexaGarcia237 y para @AmeliaAguilar2.

Coira Mckenzie también sonrió aligerando el ambiente para los demás y para sí misma. Igor sabia que se debían vigilar las contracciones si mantenían el mismo entre una y otra podrían esperar a la noche para el alumbramiento, si aprontaban podía ser que para la tarde la muchacha estuviera sosteniendo a su bebe en brazos para la tarde. Tara por su parte dispuso lo necesario para el alumbramiento de la chica.

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Shaw sintió angustia al comprobar que el rumor que había llegado a sus oídos de un clan vecino era confirmado por un Darroch primo de uno de sus viejos compañeros de viaje cuando había secuestrado a Coira, solían encontrarse de vez en vez, en sus tantos recorridos por las zonas aledañas. No podía negar esa cierta antipatía natural que despedían por ser tan socarrones, así como no podía negar que pese a esa actitud altanera tenían principios que debían destacarse.

Miró a aquel Darroch alejarse con ese porte feroz más que distinguido, una fuerte y muy abundante melena larga y negra, el tipo pese a no ser un hombre joven era atractivo a los ojos de cualquier mujer y... simplemente lo odiaba porque por alguna razón le recordaba a Leathan. Malditos fuera los Darroch por ser tan guapos y noes que Leathan fuera el más bello de los McKenzies, pero siempre sería una desventaja ser tan pelirrojo y tan pecoso. Shaw odiaba dedicarle pensamientos a Leathan de vez en vez sobre todo porque seguramente sucedía lo mismo con Coira.

Sacudió la cabeza, enojado y fustigado. Se sentía un completo idiota por desviar sus pensamientos en aquel tormento inútil, cuando evidentemente había mucho de qué preocuparse cuando había en juego la vida de una chica, una qué... a esas alturas lo más probable sería que ya hubiera vivido una desgracia similar a la Coira. Comenzó a impacientarse y se dio vuelta a casa con más inquietud de la que cualquiera pudiera imaginar, no faltaría quien diera a conocer aquella noticia a su joven y hermosa esposa, y con ello acabarían con la poca paz mental que habían conseguido al llegar aquel lugar; podía imaginar el miedo colándose en sus huesos, su imaginación alterando sus nervios victima de los terribles recuerdos.

Tara Urquhart era una mujer comunicativa, no chismosa, pero comunicativa y a esas, comunicativa era sinónimo de peligrosa, como podría evitar que Coira se alejara ella. Probablemente no podría persuadir a su esposo sin ofenderlo de ponerse de su parte como lo había hecho con Thorpe. Y el bendito esposo de la mujer ni siquiera se encontraba en aquellas tierras, sino que estaba de viaje indefinidamente de viaje.

Saludo a algunos viajantes, a algunos a leguas se les notaba que ignoraban las recientes noticias que se esparcían, uno que otro evidenciaban en sus rostros preocupados que ya era de su conocimiento. Se determinó a ir a paso veloz para llegar a su casa. Nomas llegar reviso todo, comió porque pese a la presión que sentía estaba seguro que no comer ahora más tarde no podría, reviso detalles que solo pensarlo le revolvieron el estómago con una certeza golpeando su cabeza, si Coira se enteraba de aquello pediría vivir en la fortaleza.

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Era prácticamente medio día, las contracciones llegaban cada 30 minutos y la inquietud de la muchacha se evidenciaba cada vez más, los ojos colmaban en lágrimas que no se atrevía derramar, aunque Tara estaba segura que no tardaría en hacerlo.

No tardó en ofrecer todo lo que estuviera a su alcance para hacerla sentir mejor, habría querido ayudar que las contracciones fueran a más pero querían esperar a Nimúe. Conforme pasaba el tiempo Tara veía a Igor y este la reconfortaba silenciosamente, por su personalidad noble no se permitía reírse de sus nervios, se mostraba impasible pero atento de la muchacha que de vez en vez hacía un comentario que la aliviara de su tormento. Tan pronto como asomó a lo lejos el carruaje de la señora del castillo le avisaron a Coira, e Igor la instó a prepararse para el alumbramiento.

Un McKenzie EnamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora