capítulo 6

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Miguri tambien responde de forma positiva a las muestras de afecto, demuestra que ser tratada como a una niña le gusta, no ha tenido miedo de mí.

Se ha levantado a mitad de la noche para que las demás Alters no le prohíban el acceso al cuerpo, aunque sabe que es indebido e iba a castigarse, lastimándose con un cuchillo.

Chae suspiró de forma temblorosa, habían pasado varias horas de aquel encuentro con Miguri, pero no podía sacársela de la cabeza, no dejaba de pensar una y otra vez que quizás de no se por ella, y el que haya ido a buscarla, ahora Mina andaría escondiendo sus muñecas con cortes.

Y la idea de Mina lastimada no le gustaba ni un poco, las náuseas invadían su estómago y le daban ganas de llorar.

Miguri es quien recuerda los mayores traumas, y quién los vivió en el pasado, supongo que por su actitud, recibía castigos por cualquier cosa que hiciera, de allí su miedo a todo y el pensamiento de que merece un castigo, como nadie va a hacerlo lo hace ella misma en conductas autodestructivas.

Es un perseguidor, pero tengo esperanzas de que pueda superar sus recuerdos, ha conectado conmigo y demuestra que es capaz de hacer más que solo pensar en lo malo. No sale mucho, pero trataré de ayudarla cada vez que la vea.

Cerró el cuaderno y volvió a guardarlo en su lugar secreto.

Mina aún estaba en clases, le quedaba alrededor de una hora, ella estaba libre porque su profesor estaba enfermo, decidió consentir un poco a la chica y fue hasta la pastelería para comprar los cupcakes de chocolate que tanto le gustaban.

Al regresar preparó su café y dejó agua caliente para cuando Mina regresara, al rato, la pelinegra entró en silencio y con la mirada baja.

-Minnie, te traje tus cupcakes favoritos- anunció Chae, mirando su celular.

-Gracias- murmuró la antes nombrada, luego de un momento de silencio. La rubia alzó la vista hacia ella, y de inmediato se preocupó al ver su rostro, levantándose de la silla yendo hacia ella.

-Dios, Mina, ¿qué te pasó?

-No es nada - dijo, aunque Chae no podía ignorar su ojo morado y su labio hinchado de un lado, por un golpe.

-¿Cómo que no es nada? ¿Quién fue?

-No es nada, no importa- repitió mientras parpadeaba  rápido para apartar sus lágrimas.

-Mina...

-Chae, déjame -la pelinegra se apartó, huyendo del abrazo que intentaron darle. -No es nada importante, en serio, Myoui es una idiota que cree que puede pelear contra todo imbécil que diga algo malo de mí- se encogió de hombros, pero no sonó nada convincente.

Chae la miró sin decir nada, pero sintiéndose mal, Mina borró sus lágrimas y tomó un cupcake, se volteó al rincón de la cocina para prepararse un té, dándole la espalda a su compañera de cuarto.

Chaeyoung no podía dejar todo así e ignorarlo, y luego de pensarlo un momento, fue hacia ella y la abrazó por la espalda, rodeando su fina y delicada cintura con sus brazos.

-Chae, en serio te voy a pedir que te alejes, yo... no quiero tu lástima -dijo la pelinegra, con su voz endurecida para evitar el llanto.

-Minnie, deja de hacerte la dificil.

-Tú deja de sentirte mal por mi, estoy bien.

-¿Quién te dijo que me siento mal por ti? -cuestionó la rubia -. El que no me guste que estés herida no significa que sienta pena.

Era diferente, ella no se sentía mal por Mina, y mucho menos sentia lástima, ella sabía que era una persona muy fuerte y muy buena. Se sentía mal porque estuviera lastimada, porque no merecía ningún golpe, ni criticas.

michaeng - Alters Where stories live. Discover now