O1

304 22 1
                                    

capítulo uno: 'pilot'

Amara:

     El molesto sonido del despertador me arrastró de mi profundo sueño hacia la realidad. Giré sobre mi cuerpo para apagarlo, viendo que marcaba las 6:00AM.

Varios golpes resonaron sobre la madera de la puerta de mi habitación, a la vez que tomaba asiento sobre la cama.

—Adelante—dije, con la voz somnolienta.

—Buenos días niña—dijo Luisa, entrando a mi habitación, para luego abrir por completo las cortinas que cubrían la enorme ventana de mi cuarto.

Luisa era la "criada" de la familia, pero odiábamos llamarla de esa manera, así que era solo Luisa o Lu—como casi siempre le decíamos—, casi una más de la familia. Había trabajado en casa desde que yo era un bebé, haciendo que todos nos encariñáramos mucho con ella.

Cerré mis ojos por la repentina claridad que casi me deja ciega, para, a continuación, recostarme nuevamente y tapar completamente mi cuerpo con las sábanas.

—No vayas a dormirte de nuevo—advirtió la mujer—. Vamos, te espero abajo con el desayuno—dijo, destapando un poco mi cara.

Un gran bostezo se escapó de mi boca cuando la mujer abandonó la habitación. Me terminé destapando por completo y caminé hasta el vestidor en busca de mi uniforme, el cual consistía en una camisa blanca junto con una corbata azul marino, y por encima, el saco—con el logo del colegio sobre el pecho—a juego con el azul de la corbata y la pollera escocesa.

Cuando terminé de cambiarme, cepillé mi cabello y procedí a darme una última mirada en el espejo. Este era mi decimoprimer año en Gymnasium, y faltaban tan solo dos meses para las vacaciones, que realmente se pasaba volando. Me aterraba la idea de crecer y dejar la preparatoria—aunque todavía faltara más de un año entero—.

Salí del cuarto y bajé las escaleras, pasando los cuadros, que adornaban la gigantesca pared, con mis fotos de anuario de todos los años y que mis padres tanto amaban. Al entrar a la cocina, pude ver a Luisa dejando un vaso con jugo junto con un plato con omelet—mi favorito—sobre la isla.

—Gracias, te amo—le dije, sentándome sobre una de las banquetas para poder comer mi desayuno.

A lo que me respondió con caricia sobre mi brazo y una tierna sonrisa, que aunque pareciera poco significaba muchísimo. Luisa tenía esa mirada tan calma que era capaz de tranquilizarte hasta en las peores crisis, siempre trataba de ayudar y le resultaba muy fácil caerle bien a los demás. La consideraba como una segunda madre, y confiaba plenamente en ella.

—Toma niña—me dijo, alcanzándome un vaso que contenía café para que bebiera en la escuela. Le sonreí a la vez que lo tomaba en mis manos.

Al finalizar el desayuno fui al baño para cepillarme los dientes, y mientras lo hacía pude escuchar una bocina sonando desde el exterior de la casa, indicando que Michelle y su hermano ya estaban allí. Enjuagué mi boca con agua, agarré mi mochila con una de mis manos y la colgué sobre mi hombro, y con la otra tomé el café para llevarlo conmigo. Caminé hasta donde se encontraba Lu y le di un beso en la mejilla en forma de despedida.

—Bye, nos vemos a la vuelta—saludé, saliendo por la puerta principal.

—Adiós corazón.

Mientras cerraba la puerta se escucharon un par de bocinazos más.

—Estoy literalmente a dos pasos del auto—me defendí caminando hacia el vehículo, el hermoso y reluciente descapotable de Ashton, el hermano de Michelle.

berghain; tom kaulitzKde žijí příběhy. Začni objevovat