Capítulo 02

52 5 5
                                    

02



Will

El ruido de la cafetería me estaba dando jaqueca. Habían transcurrido tres días desde que me fracture el brazo. Tres días en donde tuve que batallar el cómo ponerme la ropa sin ayuda y que aun sigo batallando. Tres días en los que no pude limpiarme a gusto el trasero. Tres días en el que el pequeño minion del hospital ni siquiera se dignó a llamarme.

O sea ¿quién no me llamaría?

-Entonces, ella me dijo "rápido escóndete en el closet" -relataba Fredi.

Nos contaba sobre una pequeña aventura con su noviecilla Mari y la vergüenza que pasó con su querido suegro.

-Y no me digas, su padre te descubrió -espeté con obviedad.

-Bueno, no tan así, espera a que te cuente, ok prosigo, después de que su padre le dio tremendo discurso, él salió, y pensé que era momento para que yo saliera del closet, pero...

-Su padre volvió a entrar encontrándote con tu parte masculina al aire -terminó Alex por él-. En pocas palabras te descubrió-añadió.

-Le quitan lo bueno a la historia cerdos -se quejó mientras nos daba una mirada de aburrimiento.

-Era algo obvio el cómo terminaba la historia, no es nuestra culpa -alcé los hombros-. Esperábamos algo más candente, algo más...interesante.

Alex tomó mi brazo logrando que girara mi cabeza hacia él.

-Will ¿A quién su suegro encontró en pelotas? -me miró inocente-. A si, a Fredi-reímos y chocamos los cinco.

Era algo que hacíamos entre nosotros cuando sabíamos de algo vergonzoso de alguno. Lo molestábamos con lo mismo por varios días, a menos que pasara algo que nos hiciera dejarlo de lado.

-Ja, Ja, recuérdenme ¿por qué sigo siendo su amigo?

-Porque por nosotros ahora andas con tu maravillosa novia.

-Cierto-colocó sus brazos en la mesa.

Y literalmente si fue gracias a nosotros, antes de que ocurriera la magia del amor entre ellos dos, Mari lo ignoraba hasta más no poder, y vamos, que con ese 1.64 de altura lograba evitarlo. Era demasiado fría con él.

Pero no sé porque eso es lo que más nos llama la atención a los humanos, lo que no nos da ni una pisca de su atención.

Y Fredi es el claro ejemplo de ello.

El chiste es que un día le dijimos a Mari que le pagaríamos la entrada a un concierto de Taylor Swift-su cantante favorita-a cambio de que tuviera una cita con Fredi y ya saben la respuesta ¿no?

Pero eso sí, Mari no comenzó a andar con Fredi por lastima o por qué se sintiera obligada, si no que quedó realmente flechada con mi gran y apreciado amigo. Bueno eso es según lo que demuestran sus ojos al quedarse viéndolo embobada.

Tal vez le hizo un amarre él muy idiota y nosotros pensando que estaba enamorada de verdad.

-Hablando de tu "princesita" -le dijo Alex-. Te habla-señaló hacia una parte de la cafetería.

Fredi sonrió y mordió su labio inferior por unos instantes.

-Nos vemos pequeñas mentes del mal, este guapetón tiene que ir con su jefa -se levantó tomando su mochila y acomodándose el pelo de su frente.

-Ándale ve a que te manden -lo molesté viéndolo sentado.

-Querido Will, ahorita te burlas, pero ya llegara la que te mande y créeme, de verdad créeme que te lo restregaré en la cara como su fuera caca de vaca -advierto yéndose.

Querida ClarisWhere stories live. Discover now