Capitulo 1

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Aunque comúnmente la refrescante brisa del aire y los brillantes rayos de sol de la tarde en su piel morena le producían una infinita comodidad, la incesante bulla de la multitud de abajo no era para nada favorable para su agradable estadía.

Algunas personas dirían que después de algunos años de vivir la misma rutina lograrían  acostumbrarlo a los interminables ruedos de la bullicia con la que convivía, pero lamentablemente aún no lograba conseguir esa increíble habilidad, aún así, ni siquiera el molesto ruido de su alrededor  podría lograr que impidiera seguir con su trabajo.

Su pincel se movia con la elegancia y gracia que solo un gran experto como el podría lograr en la blanca hoja de su block de dibujo, creando distintos trazos que ya podía hacer de memoria y que con delicadeza contorneaban un singular rostro, se podía decir que llevaba algún tiempo haciendo lo mismo, o bueno, desde el dia en que un pequeño kent de pelo desordenado  con la cara llena de pecas y grandes lentes decidio unirse al club de fútbol.

Cuando comenzó todo, el no había prestado interés en el nuevo club que la escuela había decidido abrir y que su querido amigo había comenzado a nombrar excesivamente en cada conversación que tenían.

Futbol.

Un deporte que ya avía jugado en una lejana ocasión de su niñez y que consideraba para nada llamativa e interesante para el, por lo que al mostrar su negativa en participar, su amigo no tubo otra opción que terminar en las súplicas con sus grandes ojos de cachorro que su madre consideraba adorable.

Que obviamente fueron ignoradas.

Pero con el tiempo fueron consideradas asta llegar a un acuerdo.

Que consistían en:

1. El no participaría en nada relacionado con el taller

"Pero Dami. . .  Podrías ser el manager si no quieres juga !!".

"No".

2. Tenía todo el derecho de poder burlarse de cualquier idiota que viera en el club.

"Eso no es muy amable".

"Cállate".

3. Por un año el de lentes se encargaría de proporcionarle cualquier tipo de dulces que el deseara.

"¿El señor Alfred no había dicho que tenías prohibido comer dulces?".

"¿Quieres que valla o no?".

Y así nos remontamos al ahora, 3 años después, que consistió en el acompañando al pequeño Kent después de clase, cada día, de cada semana por dos interminables horas viendo el como jugaba y corría de un lado a otro.

Como se arrepentía de no haber pedido más cosas.

Nunca negaría que los primeros días habían sido de lo mas aburridos, el observar como un grupo de ineptos corrían salvajemente tras un balón no lo consideraría como "divertido" no entendía como Todd se quedaba horas echado en el sillón observando desde la televisión dicho deporte.

Ademas de que la mayoría de los participantes fueran principiantes no hacía que su opinión mejorará, aunque si le sacaban algunas pequeñas risas cuando se tropezaban con el balón y terminaban comiendo el césped del suelo, Jon en sus primeras semanas fue el principal causante de su pequeña diversión.

Pero con el tiempo tenía que reconocer que había empezado a respetar un poco el deporte que su amigo se había esforzaba en aprender y aunque no era el mejor de los jugadores podía confirmar que  su perseverancia y entusiasmo eran mayor que cualquiera de los demás.

Era algo que siempre había admirado de el.

Aunque nunca se lo diría a la cara.

Y aunque el agrado al deporte había incrementado eso no quitaba que después de verlo todos los días ya se volvía aburrido por lo que comenzó a realizar nuevas formas para poder pasar el rato como el leer algunos libros que Todd le recomendaría, ver algunas películas de Disney que Grayson exigía que viera, que consideraba aburridas y que no se parecían en nada al cuento original como por ejemplo Cenicienta y Ariel, hasta lo más mundano como el dibujo y escritura.

Sigue AndandoWhere stories live. Discover now