◍⁠Día 9◍⁠

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Deku shipper

Sabía que lo que hacía clasificaba como algo raro, incluso para sí mismo, pero realmente le agradaba el chico pelirrojo; había sido tan amable todo el día, lo incluyó en cada cosa que hacían, también le compró un helado.

Había sido tan lindo, no podía dejar que su mejor amigo lo "espantara"

Por eso estaba ahí, como un acosador y justamente fuera de una escuela primaria, esperando ver al nuevo maestro.

—¡Kota, hola! Cuánto tiempo sin vernos —ahi estaba su oportunidad, el pequeño al que le daba tutorías el año pasado.

No vio venir lo que pasó después, aún si hubiera sido algo muy predecible. El no ahora tan pequeño Kota fingió no escucharlo al principio, pero era difícil si Midoriya gritaba y agitaba su mano.

—Oh, Kota, no sabía que conocías a Midoriya —dijo Kirishima, que se acercó cuando escucho el alboroto en la calle.

"Sí, por desgracia" pensó Kota. La verdad sí sentía cierto aprecio por su antiguo tutor, le había ayudado tanto y no solamente en el ámbito escolar, pero ahora le parecía asfixiante la actitud protectora de Midoriya. Le ayudaría en lo que quisiera si así dejara de avergonzarlo afuera de la escuela.

—Fue mi tutor y de vez en cuando mis tías lo invitan a casa. No lo había visto en un tiempo, supongo que por eso actúa así —explicó a su profesor, conforme explicaba fue escondiendo su rostro con su particular gorra.

—Yo lo conocí el fin de semana, es el mejor amigo de mi... —se pasó la mano por la nuca, no muy seguro del estado actual de su relación con Bakugo, además de que era algo personal. —...de un amigo. Me agradó mucho, no es la persona que esperaba; aunque tienes razón, luce muy animado.

Midoriya sonrió aún más si era posible, al ver qué no tuvo la necesidad de buscar una excusa para hablar con Kirishima.

—¡Oí! ¡¿Qué mierdas haces aquí?!

Y hasta ahí había quedado su oportunidad, sus esperanzas terminaron aplastadas cuando Bakugo lo alcanzó y lo tomó de la camisa.

La expresión de Kirishima no era buena señal, al contrario de Kota que parecía muy divertido.

—Te hice una pregunta ¿Humm? Parece que el mundo es pequeño —dijo Bakugo mirando a Kota.

El niño sonrió con diversión, también había conocido a Bakugo el año pasado, le había agradado mucho su personalidad, era un adulto rebelde y determinado, había acordado ser como él cuando creciera, alguien guiado por su determinación. Por eso no espero nada de lo que pasó después.

Bakugo soltó a Deku y le dio un pequeño empujón para alejarlo, ignoró todo cuando vio a Kirishima, se acercó a él para darle un beso sonrojandolo.

—Katsuki, aún estoy en horario de trabajo, mis alumnos...

—¿Qué? No es mi culpa que sus padres no se demuestran afecto.

—¡Kats! No le puedes decir eso a los niños —comenzó a reír por la elocuencia de Bakugo, era de las cosas que más le gustaba de él.

—¿Midoriya, por qué viniste, vas ir a comer? —Kota interrumpió la burbuja que comenzó a crearse a su alrededor. Vio a caer a dos de sus héroes en el cursi amor, no quería ver más de eso.

Por su parte, Midoriya estaba muy feliz, parecía a qué su amigo había encontrado alguien que entendía su tipo de humor.

—Te dije que era un tonto —le dijo Bakugo cerca del oído a Kirishima. —Oye, Deku, te están hablando.

Tenerte a mi lado • Kiribaku Month Where stories live. Discover now