Transmigrado al mundo del anime como el hermano mayor de Kiyoko Shimizu

Capitulo 33

Dos semanas después, Hiroyuki se encontró sentado solo en el tren a Tokio. No espera lo que le espera en Tokio, ya que es el momento de que Erina Nakiri y Alice Nakiri vengan a la guarida. Honestamente, puede predecir lo que dirían los Nakiris lo primero que vengan.

Erina lo desafiará por un shokugeki por el intento de hacerse cargo del Den, y Alice haría un comentario sarcástico por cada cosa que hizo. Estaba tan seguro de eso después de que trató de recordar cómo eran los Nakiris. Ambos son arrogantes e ignorantes sobre el mundo y parecen pensar que el mundo les debe todo.

Suspiró una vez más, mirando por las ventanas mientras el tren comenzaba a reducir la velocidad y se escuchaba el anuncio de llegada. Lo primero que hizo justo después de salir del tren fue llamar un taxi a la Academia Fukurodani. Ese fue el lugar donde Karasuno se unió al campo de entrenamiento con varias escuelas, incluida la Nekoma.

Se unirá al equipo de Karasuno después de que Takeda-sensei, el asesor del equipo de Karasuno, le pidiera que fuera entrenador asistente solo para el entrenamiento matutino en el campamento. Al principio, Takeda-sensei quería que fuera un asistente de tiempo completo. Pero tras explicar su situación en el Den, el asesor accedió a su propuesta de ayudar en los entrenamientos matutinos.

Con toda honestidad, la paga no es tan buena. Pero aun así aprovechó la oportunidad como una forma de salir de los Nakiris y pasar más tiempo con Kiyoko. Si bien no estaba del mismo lado, también podría encontrarse con Kuroo y entrenar a Nekomata nuevamente, por lo que no le importó el pequeño pago.

Justo después de llegar a Fukurodani, fue recibido por un grito fuerte y emocionado.

"¡YUKI! ¡¿ESTÁS AQUÍ?!" El que gritó fue Kotaro Bokuto, el as de Fukurodani y los cinco mejores ases del país en este momento. Su grito llamó la atención de su equipo que se preparaba para la apertura del campo de entrenamiento. 

"Sigues siendo tan ruidoso como antes, Bokuto". Hiroyuki dijo mientras se frotaba las orejas. Ignora la respuesta de Bokuto y dirige su atención a la persona más sensata de Fukurodani, Akaashi.

"Es bueno conocerte, Akaashi". El setter asintió y respondió el saludo, "Es un placer conocerte también, Yuki-senpai". Estar en la misma prefectura hace que Fukurodani y Nekoma se encuentren varias veces en el pasado. Por eso Hiroyuki conoce a varias personas en Fukurodani.

Habló con los miembros de Fukurodani por un rato antes de que llegara el autobús de Nekoma. Justo después de que los jugadores salieran del autobús, Hiroyuki pudo ver las cejas levantadas en el rostro de Kuroo.

"¿Oya? ¿Estás aquí, Yuki-senpai?"

"¿Oya oya? ¿Tú también estás aquí, Kuroo?", le preguntó Bokuto a Kuroo.

"¿Oya oya oya? ¿Estamos todos aquí?" Hiroyuki también les respondió a los dos antes de que todos sonrieran ampliamente y se rieran.

"¡Oh, Dios! ¡Ha pasado mucho tiempo desde que nos reímos juntos!" Kuroo dijo en medio de la risa, todavía sosteniendo su estómago.

"Sí, la última vez que recuerdo fue la noche antes de que jugáramos contra Italia en la semifinal de la copa del mundo. Recuerdo que nos reímos tan fuerte con la voz de Kuroo cuando cantaba que incluso Ushijima se molestó con nosotros". Hiroyuki secó las lágrimas en sus ojos.

"¡Oh! ¡Yo también recuerdo ese! ¡Kuroo es muy malo cantando!" Bokuto se rió a carcajadas para disgusto de Kuroo. Eran parte del equipo junior de Japón que fue a la copa del mundo y estar en la misma habitación durante un mes los hizo estar cerca el uno del otro.

De repente, una pequeña tos interrumpió su viaje de memoria. Hiroyuki se dio la vuelta y se congeló al ver la expresión de disgusto en el rostro del entrenador Nekomata.