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—¿Entonces Kook está enojado contigo? —preguntó un rubio Jimin, con su lengua asomando de la comisura de sus labios, en un lindo gesto de concentración, y sus dedos moviéndose con habilidad y velocidad sobre el control de la consola.

Taehyung echó un suspiro, para después emitir un pequeño sonido con su garganta, en una respuesta afirmativa a aquella cuestión.

—Ahora sé que no me hablará mínimo, hasta la próxima semana. —lloriqueó, lanzando el aparato al piso, con el típico sonido de que Jimin había ganado retumbando en sus oídos.

El rubio sonrió victorioso, borrando su gesto al ver al castaño echarse a la cama, con los aires de desánimo tan contagiosos.

Rodó los ojos de forma inevitable, escuchando los suspiros pesados de Tae, que ni siquiera estaba al tanto del par de ojos juzgándole.

Pronto, los pequeños ojos de Jimin viajaron al reloj posado en la pequeña mesita junto a su cama, sonriendo juguetón, conteniendo una posible carcajada.

—¿Sabes qué hora es, cierto?

Y ante esa cuestión, Kim se levantó rápidamente, revisando la hora en su móvil.

Park rió escandalosamente, escuchándolo maldecir por lo bajo.

—¡Mierda, son más de las once! —tiró de su cabello con frustración, relamiendo sus labios un poco desesperado, su respiración acelerada debido al pánico.

—Jungkookie te dejará afuera de nuevo. —habló aún entre risas el rubio, escuchando el azote de la puerta de su dormitorio, quedando solito, aún entre carcajadas.


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"Respira Kim, dentro fuera, dentro fuera..."

Se repetía el castaño, inhalando con esfuerzo, con los nervios a flor de piel, mientras caminaba con prisa involuntaria hacia su dormitorio.

Tragó ruidosamente, haciendo un pequeño eco en el pasillo vacío y un poco oscuro, sabiendo que el resto de los estudiantes y compañeros debían estar tranquilamente descansando en sus piezas debido a la hora.

Una vez llegó frente a su puerta, sus manos comenzaron a sudar, siendo presa del terror de quedarse afuera.

Jungkook tenía la fijación por cerrar con pestillo la puerta a las diez en punto, porque uno, era un miedoso de primera, y dos, era muy exigente con sus horas de descanso.

En más de una ocasión, Taehyung había tenido que ir a dormir con Jimin en el suelo, puesto que tenía ya un compañero de habitación. O simplemente dormía en el pasillo frío y esperaba hasta que amaneciera.

Lo cual no le gustaba demasiado, por lo que, respirando profundamente, infló su pecho de valor.

Tomó de la perilla, rogando que no estuviera cerrada con llave.

Y abrió sus ojos con sorpresa, sintiendo la pieza girar sin algún problema. Estaba abierta.

Aún con un poco de impresión aturdiendo a su cuerpo, asomó sólo su cabeza en el interior, una vaga iluminación obligando a sus ojos a apretarse para visualizar mejor, con sus almendras vagando por las cuatro paredes, parando en el pequeño bultito en las sábanas de su cama.

Su respiración se cortó de repente, viendo a Jungkook desenvolverse entre aquel revoltijo de cobijas, mirándolo con ojitos sueñosos y la cara hinchada.

El pelinegro frotó sus ojos inflados con las manos hechas puños, restregando su carita para disolver el sueño.

—¡Tae! —chilló con una enorme sonrisa, saliendo del calor del colchón, llegando hasta el castaño, tirándose sobre él, hasta envolver sus largas piernas sobre sus caderas, y comenzar a plantar un montón de besos sobre sus mejillas llenitas.

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⏰ Last updated: Aug 21, 2023 ⏰

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hot pink ʚɞ taekookWhere stories live. Discover now